La Diputación de Salamanca ha firmado este miércoles un tratado con los alcaldes de los municipios de Huerta, Babilafuente, Villoria, Moríñigo y Villoruela para que se encarguen del mantenimiento de un sistema de depuración de aguas que afectará a 4.000 habitantes de los pueblos produciendo el cese de descarga de aguas residuales vertidas en el arroyo Carcabón.
El presidente de la Diputaciñon deSalamanca, Javier Iglesias ha comparecido este miércoles junto a los alcaldes de cinco municipios de la comarca de Las Villas para dar carpetazo a un proyecto concebido en 2003 y en prueba desde hace dos años para poder ser traspasado “a sus legítimos propietarios en perfecto estado de revista” anunció Iglesias.
El saneamiento es el desconocido de las obras públicas pero fundamental para la calidad de vida de las personas y el medio ambiente. Esta obra infraestructural está diseñada para dar capacidad a 9,000 personas, con una longitud de conectores de tuberías de más de 10.000 metros que forman una estación depuradora con sistema de conectores y depuración de agua de un impacto medioambiental necesario que durará, según Iglesias, “decenas y decenas de años”.
Mantenimiento
Aunque la Diputación se encargará de los gastos administrativos, la explotación y mantenimiento de esta planta depuradora junto al sistema de colectores será sufragado a partir de ahora por estos cinco municipios, que ya han advertido que deberán subir las tasas entre los habitantes de los pueblos.
La obra ha contado con una dotación de 4,3 millones de euros cofinanciados por la Unión Europea y los municipios afectados. Los gastos generados por el mantenimiento se repartirán entre los pueblos a razón de los vertidos generados y el número de habitantes. El pueblo de Villoria con 1/3 del conjunto señalado deberá pagar cerca de 45.000 euros anuales tal y como señaló su alcalde, Julián Barrera.
Todos los alcaldes presentes en la firma empezando por Julián Barrera, de Villoria; Florentino Hernández de Villoruela; Francisco Javier Maestre de Moríñigo; Jacinto Palomero de Babilafuente Y Francisco Javier Hernández de Huerta, han estado de acuerdo en asumir los gastos que les corresponden y defienden la calidad medioambiental que proporcionará este sistema, que finaliza con el vertido de residuos a suelo abierto como se estaba haciendo en la zona y que ya está obsoleto además de ser perjudicial para el campo
