[dropcap]S[/dropcap]i usted quiere hacer carrera política porque no vale para otra cosa, la solución es afilarse al Partido Popular, bueno, tal vez en alguno de estos nuevos partidos de reciente creación también puede hacerla, aunque con menos sueldo. Visto lo visto en el partido de la gaviota cuando más nefasto eres más posibilidad tienes de pillar un buen puesto, y en los segundos porque parece que los renegados de otros partidos incapaces de hacer carrera en ellos se han enrolado en estos nuevos con unas ganas tremendas de pillar un cacho donde meter la cabeza.
Pero dejemos al lado a estos nuevos partidos que bastante trabajo tienen para convencer al electorado, porque aunque parezca que no, cada vez se van alejando más de esos primeros puestos en intención de voto a los que tanto se agarraron en un pasado no muy lejano cuando les beneficiaban, dándolos por buenos, y que ahora cuestionan por la posible manipulación de los medios confabulados, según ellos, en su contra, sin darse cuenta de la realidad, que no es otra que en la medida en que todos somos más conocidos más dejamos ver nuestro verdadero yo, y con ello también nuestra cara más mala o nuestros fallos.
[pull_quote_left]El caso de D. Ignacio Wert, con su nombramiento de tapadillo como embajador en la OEDC-OCDE constituye la gran cacicada del verano, cuestionada incluso por su propio Partido, e incluso por algunos miembros del Gobierno.[/pull_quote_left]Sin embargo hay otros partido que, aún conocidos por el envilecimiento en su forma de hacer política, siguen arrastrando a un electorado fiel y por tanto cómplice de sus desmanes, y es más, quienes de los suyos son los más cuestionados socialmente mejor son trataos por su ejecutiva, tal es el caso del reciente enchufe del ex ministro de Educación, Cultura y Deporte, Sr. Wert, enemigo público no sólo de profesores y alumnos, sino también de quienes, en general, se dedican en este país donde todo últimamente es sombrío, a dar un poco de luz a través de la cultura. Recuerdo, como en la última entrega de los Goya, donde el susodicho, aún siendo ministro, fue el protagonista por su ausencia, posiblemente para no oír las críticas por parte del mundo del cine, de las cuales no se libró, consiguiendo el efecto contrario, como las de nuestro oscarizado director de cine, el manchego Pedro Almodóvar, quien queriendo dejar claras sus diferencias con el ministro cuando presentaba el Goya de Honor, dijo: «Señor Wert, usted no está incluido en estos amigos de la cultura y el cine español»;ésta entre otras muchas críticas de los diferentes intervinientes, algunas de ellas cargadas de tanta sorna que mejor le hubiese ido estar presente, tal vez para restarle la inquina por el desprecio hecho a este colectivo con su ausencia.
Pero, como todos bien sabemos, ha sido su polémica Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa, conocida como Ley Wert, la que ha conseguido que este ex-ministro de sonrisa bufona haya sido el más vilipendiado por la Comunidad Educativa en General, habiendo sido calificada como “ley sin justificación”, “sexista”, “clasista”, “partidista”, “retrograda” e incluso de “anti-educativa”. Pues miren ustedes, a pesar de ello, le ha venido el enchufe, igual que en otras ocasiones les vino a quienes, permítaseme la expresión, con más deprecio han tratado a esta sociedad demandante, por su nefastas políticas, de cambios democráticos reales en beneficio de todos y no de unos cuantos. Entre ellos, se me ocurre el no muy lejano ex ministro de Justicia, Gallardón, colocado en el Consejo Consultivo de Madrid cobrando la no despreciable cantidad de 8.500 euros brutos al mes, precisamente por pasar a la fama por uno de los tanto despropósitos de su partido, como ha sido la Ley de Tasas judiciales que ha convertido la Justicia en un derecho para los ricos y, por tanto, la tutela judicial efectiva en otro de los derechos fundamentales vacíos que nuestra Constitución reconoce. Y es que los Consejos Consultivos se han convertido en las mamandurrias autonómicas preparadas para que los políticos caídos en desgracia no molesten mucho y se queden calladitos.
Pero el caso de D. Ignacio Wert, con su nombramiento de tapadillo como embajador en la OEDC-OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) constituye la gran cacicada del verano, cuestionada incluso por su propio Partido, e incluso por algunos miembros del Gobierno. Y es que este nombramiento hace que nos planteemos ciertas preguntas, entre ellas: ¿cómo puede este individuo ser embajador de España en una Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, cuando su gestión al cargo del citado ministerio ha sido totalmente un fracaso, siendo el peor valorado por los españoles?, ¿Qué puede aportar un ex ministro en Educación, Cultura y Deporte en un foro para el desarrollo económico?, ¿Qué puede hacer dentro de esta Organización un ex-ministro de un gobierno que ha demostrado ser un lacayo de Merkel en la política económica del país?.
[pull_quote_left]…Es una de las embajadas mejor remuneradas de la representación exterior de España con un sueldo nada despreciable de más de 10.000 euros al mes, eso sin contar los gastos de representación que hacen que dicha cantidad casi se duplique, residencia oficial en Avenue Foch (una de las calles más caras de París), con piso de 500 metros cuadrados, alquiler de 11.000 euros al mes, dos personas de servicio pagadas por el Estado y coche oficial con chófer[/pull_quote_left]La respuestas son fáciles y seguro que la gran mayoría coincidimos. Así, a la primera pregunta la respuesta no puede ser otra que la de chupar; sí, eso es lo que va a hacer este personajillo como Embajador en la OCDE, chupar de la sopa boba al ser una de las embajadas mejor remuneradas de la representación exterior de España con un sueldo nada despreciable de más de 10.000 euros al mes, eso sin contar los gastos de representación que hacen que dicha cantidad casi se duplique, residencia oficial en Avenue Foch (una de las calles más caras de París), con piso de 500 metros cuadrados, alquiler de 11.000 euros al mes, dos personas de servicio pagadas por el Estado y coche oficial con chófer, además de un sueldo de 10.000 euros al mes más gastos de representación, que hace que dicha cantidad casi se duplique. En definitiva, enriquecerse más aún de la política, como todos los inútiles ascendidos. Y para el resto de preguntas la respuesta es unívoca: NADA, no va a aportar nada, porque ya ha demostrado que es nada lo que sabe hacer, salvo algún proyecto que sirva para beneficiar a los de siempre: a los de arriba.
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1 comentario en ««Le rendez-vous de Paris». El nombramiento de París»
Política lo más rastrero… Políticos, la mayoría porque no sirven para otra cosa nada mas que para chupar.