La sanidad de Castilla y León “tiende al bloqueo, con o sin Covid-19”

CSIF asegura que “la Junta debe reaccionar”
Urgencias

CISF alertó este jueves a la Junta de que “debe reaccionar” ya que “la sanidad de Castilla y León tiende al bloqueo, con o sin COVID-19”. A juicio del sindicato, “urge la recuperación de las plazas perdidas, así como la creación de nuevas para dotar al servicio público de salud de la Comunidad del personal sanitario necesario”. Desde CSIF insisten en la necesidad de un incremento de plantillas y sentencian que “la solución no es el ‘decretazo’” propuesto por el Gobierno regional, contra el cual han presentado una demanda ante el Tribunal Supremo.

 

Ical.- “La situación de crisis sanitaria que vivimos ha visualizando alarmantemente la carencia de personal sanitario, al igual que también está siendo evidente el caos cuando la Consejería de Sanidad pretende abordar la campaña de vacunación con carencias de personal, y mediante la creación de una supuesta bolsa sin unas bases de funcionamiento, pidiendo la voluntariedad de trabajo al personal, pero sin dar a conocer a los posibles voluntarios dónde está el límite entre la voluntariedad y la obligación”, señalan en un comunicado recogido por Ical.

Desde CSIF denuncian que en tres años, según los últimos datos oficiales publicados en el Portal de Transparencia de la Junta, los efectivos sanitarios de la Comunidad han disminuido en un 3,6 por ciento, concretamente del mes de diciembre de 2017 al de 2019. “Habría que conocer los datos de contrataciones cuando pase la pandemia y se comience a despedir al personal, algo que ya ocurrió en esta Comunidad después de la primera ola”, explican desde el sindicato.

Según apuntan, en 2017 los efectivos sanitarios de Atención Primaria en la Comunidad descendieron un 0,2 por ciento respecto al año anterior, en 2018 la reducción fue del 2,3 por ciento y en 2019 (últimos datos del Portal de Transparencia) del 1,1 por ciento. “Progresivamente, están debilitando gravemente la Atención Primaria, y sin este primer eslabón, cuyo trabajo resulta imprescindible, no podrá funcionar nuestro sistema sanitario”, señalan.

El presidente del sector autonómico de Sanidad de CSIF Castilla y León, Juan Carlos Gutiérrez-Rodilla, apunta que se trata de “los profesionales del primer nivel de prestación sanitaria, de quienes tienen un contacto más directo y cercano con los pacientes y sus familias. Aquellos que tienen sobre los hombros la importantísima labor de contener los contagios de coronavirus, detectar positivos, registrar cada paso y cada caso, identificar contactos, realizar PCRs, test serológicos, rastrear, educar a contagiados y a sus contactos, controlar la evolución de los contagiados, valorar y derivar a la atención especializada si es necesario, visitar a domicilio si fuera preciso…”.

“Además, siguen atendiendo a pacientes no COVID telefónicamente, presencialmente o en domicilio, continúan con el seguimiento de crónicos, la aplicación de tratamientos, las curas, las extracciones sanguíneas…; a lo que hay que añadir la vacunación de la gripe estacional, que este año ha sido masiva, y la vacuna del coronavirus, que poco a poco irá administrándose a más grupos de población. Y todo esto lo realiza un grupo multidisciplinar de trabajadores de Sacyl cuyas plantillas están formadas por 500 trabajadores menos que hace cinco años”, denuncia.

“Seguimos sin aprender, y sin que los responsables políticos de la Sanidad se tomen en serio la urgencia de ampliar plantillas, y de estimular a los nuevos profesionales sanitarios, para que se queden a trabajar en Castilla y León. La Junta debe reaccionar y terminar con la inasumible precariedad laboral y las peores condiciones que se ofrece a los profesionales sanitarios en nuestra Comunidad”, lamentan desde CSIF.

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