Pelillos a la mar
Termina la semana, y nos obsequian con la rueda de prensa del Consejo de Ministros. La estamos esperando con atención, porque las noticias que ha dado la encuesta de población activa no son nada buenas: se ha destruido empleo en el primer trimestre, la mejora que muestran los indicadores en eso que se llama la macroeconomía no alcanza a los parados, que no ven mejoría por ningún sitio. Se multiplican los contratos por cuenta ajena que se disfrazan bajo la figura de contratos de obra, obligando a los trabajadores a pagar su propia seguridad social, se generaliza la temporalidad, se bloquea el futuro.
Pero la mesa de los ministros es un escaparate de satisfacción: tres ministros felices nos cuentan que todos los indicadores suben, que le hemos dado ya la vuelta a la crisis, que todo va muy bien y va a ir aún mejor.
[pull_quote_left] La mesa de los ministros es un escaparate de satisfacción: tres ministros felices nos cuentan que todos los indicadores suben, que le hemos dado ya la vuelta a la crisis, que todo va muy bien y va a ir aún mejor[/pull_quote_left]Esas son, exactamente, las palabras con las que el presidente del Gobierno comenta el desastre de la encuesta de población activa: estoy muy contento, todo va muy bien y va a ir aún mejor, y por un momento el espectador sonríe, relajado: ya lo tengo, piensa, no es el telediario, es un programa como el del 23-F de Jordi Évole, un docudrama con los ministros haciendo de actores y contándonos cosas divertidas. Luego vendrán las tomas falsas de Montoro riéndose porque mete la pata (“ya saben ustedes como soy”) y de la vicepresidenta cruzada de brazos como un Don Tancredo en una feria, y cuando los periodistas pregunten aquello de “ustedes dijeron que la mejoría…” los ministros dirán: no se tomen ustedes las cosas tan en serio, cualquiera se equivoca, pelillos a la mar.— oOo —