Los vecinos de Cristóbal vivieron este domingo la fiesta del Cristo con la tradicional misa, la ofrenda, la procesión hasta la ermita para llevar el Cristo hasta el próximo año, y la paella popular.
Tanto lo recaudado al término de la misa (1.170 euros), como lo que se obtuvo en la fiesta de agosto, y lo recaudado en la paella popular se destinará a la rehabilitación de la ermita.
De este modo concluyen las fiestas del ofertorio y el Cristo 2015, que arrancaron el fin de semana pasado y que tuvieron sus momentos culminantes desde este viernes.
El sábado por la mañana hubo un taller de grafitis, pulseras y una gymkana para los más pequeños. Ya por la tarde hubo hinchables y juegos en el frontón, se pudo visitar la exposición del concurso fotográfico y participar en el pasacalles previo a las vísperas del ofertorio y a la gran cena de peñas, para despedir el día con verbena.
Precisamente el camión de la orquesta protagonizó la anécdota del día este domingo en Cristóbal, ya que después de una madrugada de fiesta, en el momento de marcharse quedó encajonado en una esquina y tardó toda la mañana del domingo en liberarse. Ni siquiera la grúa llegada desde Béjar pudo hacer nada. Al final, la pericia de un conductor local y sus maniobras permitieron desatascar la situación y dejar el paso expedito para la procesión.


















