[dropcap]H[/dropcap]oy es el Día Mundial del Alzheimer. Hemos conversado con Emiliano Jiménez, marido de una enferma.
Emiliano, ¿qué le ha quitado el Alzheimer?
Desde el principio te vas dando cuenta de que no tienes más remedio que renunciar a muchas cosas: la vida social, salir fuera de Salamanca, veranear…
De todo lo malo se aprende algo. ¿Qué le ha dado la enfermedad del olvido?
Esta terrible enfermedad te acerca más y más a tu esposa. ¡La ves tan inerme. tan desvalida! Llegas a quererla tanto que no echas de menos aquello a lo que has tenido que renunciar. Y no lo digo sólo por mí. Lo observo en todos los «pacientes», que es como yo llamo a los familiares…
¿Cuándo se dio cuenta que algo no era normal?
Lo supe porque conocía el antecedente de su madre, que tuvo los mismos síntomas a la misma edad. Durante un tiempo te aplana la idea y no haces nada. Luego te abruma la realidad y buscas ayuda. ¡Ojalá lo hubiese hecho antes!
¿Qué echa de menos de Pili?
Su inteligencia. Su ayuda ante cualquier problema. Poderle contar lo que me pasa o pienso. Poder ir con ella a todas partes; recorrer nuestra querida España… No ha perdido su natural bondad, ni su sonrisa. Ello es mi gran consuelo. ¿Cuánto durará?
¿Qué conversación le gustaría mantener con ella?
Cualquiera. De los hijos, nietos, de cine, de libros… De lo que sea…
¿Dónde ha encontrado su válvula de escape?
Escribiendo. Y ayudando a otros «pacientes», conversando con ellos…
¿Es difícil hacer planes?
Es absolutamente imposible. Todo lo que pensaba hacer cuando me jubilase tuve que desecharlo. No se puede planificar nada a largo ni a corto plazo, porque todo depende del avance de la enfermedad. ¡O te adaptas a lo que viene, o te deprimes, con el resultado de que quien lo paga siempre es ella ¡Y no tiene la culpa de estar así! ¡Eso es lo que hay que tener siempre presente!
¿Tiene preocupaciones económicas?
¡Naturalmente! ¡Como todos los «pacientes»! Las enfermedades mentales están desprotegidas casi totalmente por los organismos oficiales. Cualquier otro tipo de enfermedad está cubierta por la Seguridad Social. Las mentales son una carga que deben solucionar los familiares.
9 comentarios en «Emiliano Jiménez: «Echo de menos poderle contar lo que me pasa o pienso»»
Querido Emiliano.Hoy en el Día Mundial del Azheimer, todos los que hemos tenido, como tú. Yo tuve a mi madre con esa enfermedad terrible, durante 27 años, sé de lo que padeces y sufres.Esa patología, que si los políticos tuvieran en su ADN la solidaridad , invertirían el dinero necesario para la investigación, tan necesaria en estos momentos,que aún está en pañales.
Para ti y todos los que hemos sido huérfanos prematuros de la enfermedad del olvido. Mucho cariño y apoyo.
Emiliano, llevo tiempo sin verte pero estas líneas nos acercan unos momentos. Un abrazo,
¡Cuanto amor, cuánto cariño! Que pena el desconocimiento de esta realidad y la falta de medios económicos y ayuda social. Habría que recortar en tras cosas y no en los más débiles.
Es impresionante el testimonio que dais a los que queremos estar cerca de vosotros. Es una pena que no sea más conocida vuestra realidad. Nos ayudaría a todos a relativizar la mayoría de nuestras tonterías y quedarnos con lo esencial. No olvidéis que «enfermos» y «pacientes» estáis en el grupo de los preferidos de Dios.
Muchas gracias, Matías, por esas palabras que te salen de ese corazón tan grande que tienes. ¡Tú lo has dicho! ¿Es que hace falta que te machaque la vida para que te des cuenta de lo que verdaderamente tiene importancia? ¿Esas cosas –cosillas– a las que tiene uno que renunciar de vez en cuando, tienen tanto valor como el que le dio en su día? Ese afán de estar arriba ¿es tan necesario? ¡Y no digamos del culto al dinero! ¡Sólo si ayuda, es bueno! No sigo porque lo que se puede decir es infinito.
Un abrazo muy fuerte, Matías.
Mucho tiempo sin poder escribir y comentar tus ocurrencias y hoy no puedo por menos dedicar unas lineas sobre esta enfermedad,que como muy bien llaman es «el ladrón de los Recuerdos».
Todo lo que dices es la cruda realidad pero voy a hacer incapié en el efecto que provoca esta enfermedad en los que la hemos vivido y seguimos viviendo, HUMANIZA y te enseña a vivir y disfrutar el momento,el día a día, a amar de una manera incondicional y a ser más humildes.
Gracias Emiliano por tu Humanidad y tu cercanía.
Querida amiga. Acabo de escribir a Matías Prieto lo que te digo a ti también. Y añado que tienes razón: que el dolor te humaniza, te hace querer alegrar a los demás los momentos que verdaderamente valen, compartir los momentos malos de ellos. En una palabra; hacer aquello que nos diferencia de los otros animales: SER HOMBRE
Mi querido EMILIANO (osito) perdona mi osadía . Gracias por tu valioso testimonio. Estas cosas nos ayudan a seguir luchando y trabajando por y para vosotros pese a las grandes dificultades que supone estar al frente de nuestra Asociación.
Juntos seguiremos soñando que pronto la investigación de con el tratamiento que cure esta terrible enfermedad. Mientras seguiremos tratando de haceros la vida un poco más llevadera y feliz. Un fuerte abrazo y perdona por mi retraso
Emiliano, es una enfermedad dura, para los que estáis a su lado. Esto es el verdadero amor¡¡¡. Ella lo siente cada minuto, un beso
Gracias Emiliano, por compartir y hacer visible esta dura enfermedad y a sus cuidadores y cuidadoras. Nosotros, como cuidadores, somos tambien el testigo y guardianes, de sus pequeños y fragiles recuerdos, antes de que se apaguen del todo. Siempre contarán con nuestro amor y cariño en el cuidado que se merecen.
Un abrazo grande desde Málaga.