[dropcap type=»1″]L[/dropcap]a Casa del Bedel, residencia de bedel mayor, se encuentra en la misma manzana del edificio histórico, pero en la parte trasera, enfrente de la fachada del Perdón de la Catedral Nueva. La casa mantiene todavía su factura exterior, con una bella ventana geminada. Junto a sus dependencias, la universidad de Salamanca ha instalado una tienda para la venta de productos propios: libros, grabados, cuadernos, escudos, plumas, bisutería, joyería, entre otros objetos de recuerdo.
La mayoría de las personas que visitan la “Casa del Bedel” para adquirir alguno de los singulares productos que tienen a la venta no suele reparar en su bella y delicada fachada. Es debido a que se encuentra, de repente, enfrente de la portada principal de la Catedral Nueva, impactante labor de filigrana realizada en piedra. Fachada armónica que nos introduce en el templo a través de tres puertas: la del obispo y la de San Clemente, a ambos lados de la del Nacimiento.
Según las constituciones de Benedicto XIII y Martín V, el bedel mayor estaba subordinado al rector, con el que se comunicaba en todo momento en el claustro. Lo asistía en las solemnes honras fúnebres que se celebraban en honor de los profesores fallecidos, en el seguimiento diario del calendario lectivo y en la publicación de las plazas vacantes del profesorado. En los actos solemnes de la Universidad o en los que asistía fuera de ella, hacía labores de ayuda de cámara del rector.
[pull_quote_left]El cargo de bedel mayor era en el siglo XVI muy importante. Se requería su presencia como testigo en la apertura del arca donde se guardaban los fondos de la Universidad, y en la toma de cuentas del Estudio.[/pull_quote_left]El cargo de bedel mayor era en el siglo XVI muy importante. Se requería su presencia como testigo en la apertura del arca donde se guardaban los fondos de la Universidad, y en la toma de cuentas del Estudio. Todos los años prestaba juramento de fidelidad para ejercer sus funciones, y según la Constitución de Martín V el bedel convocaba a los doctores y maestros para que prestaran juramento ante el nuevo rector. Era el encargado de publicar los nombres de los bachilleres autorizados para las lecturas fuera del ámbito de la Universidad. También avisaba a los doctores para que asistieran a las pruebas para la obtención del grado de licenciado.
El cargo de bedel mayor no podía ser ocupado por el rector ni por los consiliarios. En 1538 se excluyeron para el cargo a los maestros y doctores. En las primeras décadas del siglo XVI su salario ascendía a 15 florines anuales, a los que había que añadir otros ingresos de la colecta, gratificaciones obtenidas por su intervención en las graduaciones y en otros servicios especiales para los que se requería su presencia. En el caso de cometer falta grave, el bedel podía ser sancionado con la pérdida de la mitad de su salario.
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