Un comerciante, harto de que robaran en su establecimiento, ideó un sistema para cazar a su próximo ladrón.
La estrategia funcionó a la perfección y el caco que se coló por el conducto del aire acondicionado no sabía lo que le esperaba.
Perta de acero reforzadas y sistemas de cierre automático convirtieron su local en una ratonera.
http://youtu.be/wQlWxO2JTcU