Miquel Barceló ha sido el autor del logotipo diseñado para la celebración del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca, que se conmemora en el año 1218. El artista mallorquín ha decidido donar esta obra al Estudio salmantino, con la que se ilustrarán todas las acciones programadas para el acontecimiento de 1218. El rector Daniel Hernández Ruipérez ha expresado su más sincero agradecimiento a Barceló por este “regalo, que disfrutaremos todos los que sienten como propia la institución”.
“El patrimonio de la Universidad de Salamanca ha trascendido al mundo. Contamos con grandes embajadores como Miquel Barceló. Nuestro sello del VIII Centenario tiene mucho de él y se trata de una imagen nueva que ilustra nuestro futuro”, subrayó Hernández Ruipérez.
Barceló se ha inspirado en el rico patrimonio artístico y en el enorme repertorio iconográfico que posee la Universidad de Salamanca y más concretamente en el bestiario que adorna alguno de sus edificios más emblemáticos, como serpientes, dragones o elementos similares.
Este logotipo entronca claramente con su obra y su universo creador. El edificio de las Escuelas Mayores dispone de un importante bestiario tanto en su fachada plateresca como en el interior y, particularmente, en los antepechos de los ventanales del claustro alto, ubicados en la parte de la Biblioteca General Histórica. Tampoco es ajeno a este particular mundo el repertorio iconográfico presente en el llamado «Cielo de Salamanca», pintura mural de Fernando Gallego que cubrió la bóveda central de la antigua Librería universitaria en el siglo XV y actualmente puede contemplarse, aunque sólo una tercera parte de los 400 metros que se conservan del original, en una de las salas del Patio de Escuelas Menores.
Barceló (Felanitx, Mallorca, 1957) es sin duda alguna el artista español vivo más cotizado y reconocido internacionalmente.
De sus obras destacan sus experiencias sobre elementos arquitectónicos como la cúpula del vestíbulo del teatro Mercat de las Flors en Barcelona (1986) o la decoración de la Capilla de Sant Pere o del Santísimo en la Catedral de Palma de Mallorca que, tras dos fases de trabajo, finalizó en 2007. Su intervención se centró en los elementos litúrgicos de piedra, las vidrieras, el mobiliario y un mural cerámico de 300 metros cuadrados en el que aparece Cristo sin la cruz rodeado por temas vegetales y marítimos, con el tema de la multiplicación de los panes y los peces.