El Sindicato de Enfermería (Satse) afirmó este miércoles que el Real Decreto que regula la Prescripción Enfermera, después de seis años de espera, «ha supuesto una profunda decepción e indignación, ha sido una vez más el resultado de un nuevo atropello cometido a la profesión enfermera».
Delegados de este sindicato se concentraron este miércoles de nuevo ante la puerta del Hospital Clínico, justo cuando el consejero de Sanidad iniciaba una visita al complejo, pero al ver la protesta, el Sáez Aguado eludió a los sindicalistas e hizo lo imposible por evitarlos.
Satse asegura que después de 6 años de negociaciones, tres proposiciones no de ley, 90 borradores del Real Decreto, con el acuerdo unánime del Consejo Interterritorial de Salud y el informe favorable del Consejo de Estado, «al ala más conservadora e inmovilista de los médicos les ha bastado con una manifestación de 150 liberados por la CEMS (sindicato médico), para que un ministro del Partido Popular, una vez más, se baje los pantalones ante las presiones corporativistas y modifique la tarde antes el texto del real decreto introduciendo un párrafo que perjudica -como no- gravemente el desarrollo de la profesión enfermera, la modernización del Sistema Sanitario y lo más importante los intereses y derechos de los pacientes y ciudadanos».
Indica que la redacción del párrafo introducido unilateralmente -al texto pactado y aprobado- en el artículo 3 del RD, «sobrepasa, vacía de contenido, y vulnera el espíritu y la letra de la ley de Garantías y Uso Racional de Medicamentos y productos Sanitarios, y no solo no regula la prescripción enfermera, sino que pone en entredicho que las enfermeras podamos llevar a cabo con soporte jurídico competencias que hasta este momento estamos realizando, cercenado toda posibilidad de que las enfermeras adquiramos autonomía en el desarrollo de nuestra profesión».
Corporativismo médico
«Esta decisión del Partido Popular, cediendo a las presiones del ala más conservadora y retrógrada del corporativismo médico, supone una importante zancadilla para el trabajo diario de cientos de equipos multidisciplinares en que nuestras enfermeras y médicos trabajan de forma integrada y complementaria, centrándose en el paciente o usuario y no en trasnochados intereses corporativistas, que con tal de evitar la evolución de otras profesiones son capaces de poner en riesgo la salud de ciudadanos», agrega el Satse.
Indica que en Castilla y León «tenemos sobradas experiencias de ello. La Consejería de Sanidad después de firmar un convenio con el Consejo de Enfermería y SATSE, cedió a las presiones de la CEMS y del Consejo de Médicos, tirando por la borda largos meses de trabajo, paralizando la puesta en marcha de diversos proyectos que suponían la definición de competencias enfermeras propias, como son la gestión enfermera de la demanda, la implantación y desarrollo de la Estrategia de atención al Paciente Crónico, la puesta en marcha de unidades de gestión clínica dirigidas SOLO por médicos y el reconocimiento y unificación de enfermeras de competencias avanzadas, como son las gestoras de casos, tanto en atención hospitalaria como en atención primaria».