«El calentamiento global es real y la tierra seguirá, otra cosa es el ser humano»

Carmen Domínguez, Karmenka, es junto a Alfonso Eraso los fundadores de la Asociación Glackma.
Carmen Domínguez, Karmenka, junto al indicador de _Salamanca 12512_ que colocó frente a la Base Rusa Bellingshausen en la Antártida. FOTOS: GLACKMA
Carmen Domínguez, Karmenka, junto al indicador de _Salamanca 12512_ que colocó frente a la Base Rusa Bellingshausen en la Antártida. FOTOS: GLACKMA

Risueña, divertida y ‘enamorada’ hasta la médula de los glaciares. Ha pasado frío, mucho. Ha estado 72 horas trabajando sin parar y lleva fusil en sus expediciones. Su conocimiento, experiencia y divulgación se pueden ver en Glackma, una asociación sin ánimo de lucro que nos muestra una realidad que no queremos ver, pero está ahí y no es bonita.

 

En ciencia, ¿20 años no es nada como dice el tango?
Sí y no. Lo que nosotros medimos son series horarias, desde 2001, que es cuando comenzó el proyecto Glackma, cuando comenzamos a instalar estaciones en el Ártico y en el Antártico, siempre es en verano, pero, ¡vaya veranos! Lo más bajo que ha estado fue 37º bajo cero en el Ártico, y la sensación térmica era de más de 50º. Tuve casi principio de congelación en los pómulos y la nariz, porque era lo único que tenía al descubierto. Pero, al final todo se aguanta. (Risas).

Adolfo Eraso y Karmenka desembarcando en la Antartida
Adolfo Eraso y Karmenka desembarcando en la Antartida.

¿Es verdad que el cuerpo todo lo aguanta?
Creo que sí (risas). Tienes etapas para ir acostumbrándote. Por ejemplo en la expedición del Ártico. Coges un avión regular hasta el norte de Noruega, desde Oslo, y allí coges otro avión y llegas a una ciudad que está ya dentro del Círculo Polar. Allí tienes que esperar, porque no sabes cuándo te recogerá una avioneta de 8 ó 10 plazas. Llegas a un punto más al norte, desde el avión ves todos los glaciares, por lo que entras en harina. Y aquí, con una barquita…

Son las vacaciones soñadas…
(Carcajada) Con esa barquita llegas a la bahía en la que vas a trabajar. Desembarcas con los 200 kilos de equipaje que tienes que transportar entre dos personas…

Y no se miran como diciendo: ¿qué hacemos aquí?
No. Es bonito, sobretodo la primera vez. Luego ya sabes dónde vas a instalar el campamento y comienzas a trasladar el material. Hay mucha tranquilidad.

El silencio absoluto no existe. ¿Y allí?
Es paz, porque la sensación que tienes es que el tiempo se ha detenido, quizá porque estás inmerso en la naturaleza. Son sitios en los que ves algún que otro científico, pero el contacto con otras personas es mínimo. Allí, escuchas el viento, la fauna, el ruido del mar,… y cuando estás en el glaciar es una cantidad de sonidos los que percibes, porque está vivo.

Karmenka aforando en el Ártico Sueco.
Karmenka aforando en el Ártico Sueco.

¿Los ojos se adaptan bien a tanta claridad?
Sí. Es increíble los kilómetros que puedes alcanzar con la vista, porque la atmosfera está muy limpia. Tengo una anécdota, en la primera expedición vi un glaciar precioso y me dije que en un rato que tuviera tiempo lo iba a contemplar para hacer unas fotos. Adolfo -Eraso– me dijo: ‘¿Tú sabes los kilómetros que hay hasta allí? Es imposible’

¿Kilómetros?
Sí, decenas de kilómetros, pero ves con una claridad…

¿Y cuándo llega aquí?
Es un gran contraste, sobretodo de olores. Allí no huele nada y cuando llegas te preguntas: ¿pero, a qué huele aquí? Mis ojos, que los tengo muy sensibles, aquí me empiezan a escocer y picar. Además, comienzas a oír mucho ruido, como te chillan… Cuando vuelvo de una expedición larga y voy andando por la calle, las personas pasan a tu lado y noto que me invaden mi espacio.

Si los geólogos estudian la evolución de la tierra a través de las distintas capas. ¿Qué nos dicen las capas de los glaciares?
Se sacan testigos de hielo a través de perforaciones y la información que les da es a través de la nieve que ha ido cayendo y se va compactando hasta formar un glaciar. En esos testigos lo que están sacando es cómo era la composición de la atmosfera en el momento que cayó la nevada. Lo que se construye es el calendario paleoclimático y donde han ido sacando el contenido de CO2 de la atmósfera y han sacado y reconstruyeron hasta más de 1 millón de años de antigüedad, con esa información se puede saber cuándo cayó la nevada, la temperatura y así es como se han ido sacando las diferentes glaciaciones que han habido. Según esas perforaciones han habido hasta diez glaciaciones. Es una manera estimada, pero sí es muy orientativo.

Primavera ártica a 37 grados bajo cero.
Primavera ártica a 37 grados bajo cero.

¿Qué hay de mito y cuánto de realidad en el cambio climático?
Hubo mucha confusión porque o no se divulga bien o está vinculada a la política que se quiera transmitir en ese momento. A lo largo de la historia de la tierra, el contenido de CO2 ha ido oscilando desde un valor mínimo de 180 partes por millón y un valor máximo de 280. Ha habido máximos y mínimos en las diferentes épocas. En épocas de glaciación el contenido es más bajo y viceversa.

¿Cuánto tenemos ahora?
Casi 400 partes por millón.

¿Cuándo comenzó a subir ese contenido de CO2?
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, en plena revolución industrial. Es casi una función exponencial. Los cambios que había antes del siglo XIX ocurrían en 148 siglos y ahora hemos pasado 100 partes por millón en dos siglos. Por lo tanto, la que se nos viene encima es muy grande. Otro dato que se mide es la paleotemperatura, siempre de manera estimada, que ahora es real porque las estaciones las registran al minuto.

¿Cuál era la temperatura de la tierra antes del XIX?
La temperatura media de la tierra en los cambios oscilaba 10º. Ahora que hemos pasado 100 partes, la temperatura no ha subido tanto, pero es porque se ha producido en un periodo muy corto, por lo que aún no le ha dado tiempo. Además, tenemos los océanos que regulan mucho la temperatura. Pero a nivel de meteorología los acontecimientos son cada vez más frecuentes y más violentos.

Karmenka, tras una larga jornada de exploración en el interior del glaciar.
Karmenka, tras una larga jornada de exploración en el interior del glaciar.

¿Qué es el cambio climático?
Es cuando ya es impredecible lo que va a ocurrir.

Volvemos a la primera pregunta. ¿Veinte años no es nada?
Sí que lo es. Nosotros llevamos midiendo de manera continúa y cada hora desde el 2001 en nuestras estaciones y en este tiempo, estamos encontrando cambios tan brutales que los estamos viendo, cuando para la tierra, veinte años no son nada. Muchas veces no interesa que se sepa, pero es una realidad.

¿Dónde se están notando esos cambios?
En meteorología, en biología,…

¿Las especies se están desplazando?
Sí. Hay especies que ya no se van, aunque no se puede asegurar todavía, pero la tendencia va siendo esa.

¿Y las plantas?
También. En la zona de la que hablábamos al comienzo, en las zonas en las cuales los glaciares se van retirando queda lo que se conoce como la tundra. Yo conocí aquello que era sólo tundra y luego comenzaron a aparecer gramíneas. Allí, la temperatura era de más de 30º bajo cero en invierno y en verano, cuando comencé a ir era cercana a los 0º y pasaba uno o dos grados. Ahora, hemos medido hasta picos de 19º. No se mantuvo, pero sí tuvimos esa temperatura. ¡Imagínate el hielo que se fundió a esa temperatura!

En primavera, Adolfo Eraso y Karmenka a 37 grados bajo cero en la estación de Svalbard, Ártico.
En primavera, Adolfo Eraso y Karmenka a 37 grados bajo cero en la estación de Svalbard, Ártico.

¿Qué perdemos si se pierden los glaciares?
Cuando hablo con los niños, les digo vamos a la nevera y allí tenemos hielo, si éste se funde, todos los alimentos se van a estropear. Pues en la tierra ocurre lo mismo, si el hielo de los polos se funde, va a haber un cambio. Este hielo que se funde va al mar, el ascenso del nivel del agua es más elevado, ¿dónde están ubicadas las ciudades? cerca de las costas. La tierra ha estado, está y seguirá estando, pero al igual que ha habido especies que han desaparecido o modificando su lugar,…

¿El ser humano es el meteorito de esta era?
Somos muy egoístas. Nos creemos el centro del universo y no lo somos. Estamos estrujando la tierra y no la cuidamos.

¿Tenemos conciencia de lo que está pasando?
Sí y hay muchas organizaciones que están trabajando para detener esa marcha, porque si continúa así, sería un problema para la especie humana. Estoy contenta porque antes no se hablaba de calentamiento global y ahora sí.

¿Qué le ha sorprendido de estos años de trabajo de campo?
Trabajamos en los Círculos Polares, por lo que allí cuando es verano hay luz las 24 horas y el ambiente es muy suave, porque la luz es como de atardecer o amanecer, si estás en una base y tienes un horario, pues lo sigues, pero si estás acampado, como es nuestro caso y te lías a trabajar es muy curioso, si te dejas llevar y te metes en el trabajo, en una semana o semana y media, tu organismo se ha adaptado y tus ciclos se estiran y terminas trabajando más de 70 horas seguidas, pero luego duermes 20 horas.

Adolfo y KArmenka, fundadores de GLACKMA.
Adolfo y KArmenka, fundadores de GLACKMA.

¿Allí están en tierra de oso polar?
Sí, por eso tenemos que llevar fusil. No es normal verlos, porque suelen irse, pero puede que alguno quede y es más peligroso, al tener hambre. La comida no huele, es liofilizada, ¡imagina tres meses comiendo esto! En las jornadas tan largas escuchas a tu cuerpo, ¿qué es lo que te pide? leche o crema (carcajada) El agua la teníamos, pero destilada, no te quita la sed al no tener sales, por lo que llevamos complementos de sal, porque no te hidratas.

¿Y al volver?
Pues tienes sensación de miedo, porque aquí hay noches y oscuridad. (risas)

3 comentarios en ««El calentamiento global es real y la tierra seguirá, otra cosa es el ser humano»»

  1. Aún es posible encontrar científicos que arriesgan sus vidas para demostrar lo que ocurre al Planeta y cómo podrá influir en el ser Humano para el futuro.

    Enhorabuena Karmenka…eres un el espejo que necesitan los escolares y los no escolares para mirarse y sentirse alegres, contentos y felices…sabiendo que queda mucho por aprender y mucho por lo que vivir.

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  2. Enhorabuena Karmenka, enhorabuena Lira y la Crónica…da gusto leer entrevistas en las que se tocan los tres puntos álgidos de un cuadrado perfecto:

    1.- Observar…Se huele, se palpa, se comenta…que el cambio climático es una realidad.
    2.- Se critican…las políticas económicas expansivas que no tienen en cuenta el medio ambiente.
    3.- Se demuestra…con investigaciones reales a pie de campo.
    4.- Se proponen soluciones: Cambio de modelo económico-financiero que haga posible el equilibrio de la humanidad con el de la Naturaleza, nuestro verdadero límite que no debemos sobrepasar.

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