[dropcap]L[/dropcap]a propuesta de Ciudadanos sobre la regulación de la prostitución ha levantado gran polémica y ha puesto de manifiesto el abismo que existe entre diferentes posturas. Aunque haya razones en ambas partes, y reconozca que el tema es complejo, yo siempre he mantenido una postura contraria a la legalización y regulación de la prostitución por entender que es una terrible manifestación de desigualdad y explotación laboral y sexual de las mujeres. Pero, a pesar de ello, sigo analizando y reflexionando de manera objetiva y sin ningún tipo de puritanismo o moralina barata sobre los diferentes argumentos a favor o en contra, y me gustaría señalar algunos aspectos por los que se debería de rechazar, desde mi punto de vista, esta propuesta.
La propuesta de Ciudadanos sobre la conveniencia de regularizar la prostitución para “dignificar la profesión y aliviar el sufrimiento de las prostitutas” adolece de un análisis serio y profundo, pues hay aspectos muy importantes que se deberían tener en cuenta. Albert Rivera se presenta como defensor de las mujeres y, en un gran ejercicio de cinismo e hipocresía, intenta reconocer y regular la prostitución como actividad económica, usando y mercantilizando el cuerpo de las mujeres como mercancía para obtener recursos económicos. Si bien es cierto que la prostitución es una realidad social y uno de los negocios más lucrativos del mundo, no es menos cierto que se debe principalmente a que ha sido tolerada por todos los sectores de la sociedad, incluso el religioso, que han manejado siempre una doble moral. La prostitución en España es legal y no se persigue, pero tampoco con suficiente energía las actividades de los proxenetas y la trata de personas con fines de explotación sexual, que sí están penadas.
[pull_quote_left]Si Ciudadanos pretende regular la prostitución como trabajo y piensa que va a beneficiar a las prostitutas, se equivoca, se agravará y traerá consigo más problemas.[/pull_quote_left]Si Ciudadanos pretende regular la prostitución como trabajo y piensa que va a beneficiar a las prostitutas, se equivoca, se agravará y traerá consigo más problemas. La prostitución no puede ni debe ser nunca alternativa laboral, a pesar de que una minoría de prostitutas opte libremente. Los verdaderos motivos que llevan a la mayoría de mujeres a prostituirse surgen de la miseria y del hambre. Son mujeres engañadas y atrapadas por redes mafiosas y proxenetas que las esclavizan, extorsionan y explotan cruelmente. Por lo tanto, si legalizamos la industria del sexo estaremos haciendo “empresarios respetables” a proxenetas y mafiosos que mercantilizan con el cuerpo de las mujeres. La legalización aumentará la demanda para comprar mujeres como objeto o producto.
Decir que su legalización supone mayor control, protección o mejora en la salud de las mujeres es faltar a la verdad. La Coalición Internacional contra el Tráfico de Mujeres ha realizado varios estudios entrevistando a mujeres prostitutas y todas ellas indicaban que nunca se han sentido protegidas, pues siempre han sido los clientes los protegidos, tanto en locales legales como ilegales. Tampoco se pueden esgrimir razones económicas basándose en un informe de los Inspectores de Hacienda en el que permitiría al Estado recaudar hasta 6.000 millones de euros, y que entra en contradicción con otros informes de eminentes economicistas que aseguran que la legalización no aumentaría significativamente los ingresos.
Al Sr. Albert Rivera le diría que la valentía política no está en hacer propuestas de esta gravedad, y le pediría mayor sensibilidad, información y preocupación por la denigrante situación a la que se ven sometidas más de 300.000 mujeres víctimas de explotación sexual en España y cuyos derechos son vulnerados. Sus propuestas para recaudar más dinero para el Estado deben de ir en dirección contraria y no desviarse de lo legal, legítimo y ético. La prostitución y todo lo que se mueve a su alrededor trae consigo desigualdad, violencia e injusticia y la principal prioridad de los poderes públicos es luchar eficazmente contra la explotación sexual.
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1 comentario en «Legalizar y regularizar la prostitución»
Excelente nota!!
El neoliberalismo esta logrando imponer su principio básico: todo es mercadería, todo, incluso las personas, son pasibles de comercializar y de las cuales obtener renta.
Basado en esto es que se piensa en las diferentes actividades: prostitución, tráfico de drogas, trabajo en negro, como distintas formas de «comercio» equiparables a los «legales» y de los cuales los gobiernos pueden obtener más ingresos; o sea se privilegian las cuentas, lo económico por sobre otras consideraciones.
En esta ecuación no se tiene en cuenta tampoco la experiencia de los países reglamentaristas que ha mostrado que los ingresos por pago de impuestos de la prostitución son mínimos pero sí se aumentó notablemente el lavado de dinero y los costos por seguridad urbana al aumentar los delitos conexos a la prostitución, todo esto sin considerar que también a crecido el abuso sexual comercial infantil (prostitución infantil) y la trata de personas.
Se abre de este modo la puerta a un retroceso peligroso hacia siglos anteriores y a que la dignidad humana desaparezca como concepto a partir del cual la igualdad es posible.
Si se quiere proteger a las personas en prostitución los gobiernos deben implementar medidas para restituir sus derechos vulnerados y sobre todo para impedir el ingreso de niñas y niños a esta actividad. Es hipócrita decir que la reglamentación protege o ayuda a estas personas cuando no se toman las medidas necesarias para combatir la pobreza, la falta de educación y de posibilidades laborales.