Villavieja conoce la verdadera cara de las minas de uranio

Los afectados por las minas de Portugal relatan el aumento del cáncer y la contaminación en el entorno de la explotación.

Villavieja de Yeltes acogió este viernes, con gran asistencia de público, la mesa redonda organizada por EQUO y la Plataforma “Stop Uranio”, “Minería de uranio en Salamanca. Efectos para la salud: experiencia portuguesa”.

Al comienzo de ella intervinieron varios afectados por las minas de uranio de Portugal, dejando clara constancia de los efectos devastadores que esta minería a cielo abierto tiene allí donde se explota, tanto para la salud de los trabajadores y de los vecinos de la zona, como del medio ambiente y en relación con las actividades económicas de la zona. Afirmaron que allí donde hay una mina de uranio explotada, nada tiene valor a su alrededor, ni las viviendas, ni los terrenos, ni ninguna inversión: todo pasa a no valer absolutamente nada, debido a los altos niveles de radiactividad que dicha explotación minera de uranio genera. Así ocurrió en Portugal, en esas zonas las viviendas y los terrenos cercanos nunca más se han podido vender.

Antonio Minhoto de la Asociación de extrabajadores de las minas de uranio (ATMU), explicó como la radiactividad generada por la extracción y concentración del mineral de uranio que se lleva a cabo en estas minas, como la que se pretende abrir en Retortillo-Santidad, en Salamanca, han tenido efectos directos en Portugal, sobre los trabajadores de esas minas (Urgeirica) provocando más de 160 muertes de los más afectados directamente y un sin número de enfermedades en la población en general, directamente relacionadas con la radiactividad que se origina en estas minas de uranio a cielo abierto.

Clara Alexandra de la Asociación de zonas uraníferas (AZU) puso de manifiesto los destructivos efectos ambientales de las minas de uranio que sólo deja tierras muertas después de la explotación, usando el sistema de lixiviación, idéntico al de las minas de Berkeely en Retortillo. Dejando también auténticas montañas de escorias y residuo más radiactivos y peligrosos aún que el propio uranio extraído, por los miles de años que quedarán provocando daños en el medio y en la salud de las personas y de todos los seres vivos.

Ze María, también miembro de AZU, por último contó su experiencia de lucha en contra de la apertura de la mina de Niza (norte de Alentejo) que quieren abrir ahora en Portugal. Su lucha ciudadana en contra de lo que él llamó “nube negra”, la amenaza de la mina de uranio, hasta ahora ha logrado parar el proyecto, pero dijo, “hay que seguir siempre expectantes para evitar ese desastre”.

Los tres afectadas de minas de uranio de Portugal que vinieron a Villavieja de Yeltes a apoyar a los vecinos de la zona en la lucha por el futuro y contra la mina de Retortillo y Santidad, recordaron que siempre traen estos proyectos a zonas deprimidas y despobladas y con las misma mentiras: que la zona va a quedar mejor porque se llevan el uranio de aquí y con las mentiras sobre la creación de empleo. Las mismas que ahora cuentan aquí la empresa Berkeley y la Junta de Castilla y León y demás entidades públicas y los partidos que apoyan esta minería. Al mismo tiempo que insistieron a los vecinos de la zona, en que no abandonen la lucha y que no permitan bajo ningún concepto que se abran estas minas, pues será la ruina de la zona, económica y ambientalmente, además de regar toda la zona de enfermedades y muertes, consecuencia de los cánceres en sus diversas modalidades.

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