El pleno del Ayuntamiento dio este viernes luz verde a la reforma normativa que restringe la celebración callejera de las despedidas de soltero con gente semidesnuda, con disfraces vejatorios y megáfono en mano dando la murga, habitualmente de mal gusto.
La reforma de la ordenanza para la Protección de la Convivencia Ciudadana, prohíbe transitar o permanecer total o parcialmente desnudo por los espacios y vías públicas, o por espacios privados abiertos y fácilmente visibles desde el exterior, o llevar en esos mismos lugares y calles «vestimenta, atuendos o disfraces que atenten o puedan atentar contra los derechos fundamentales de las personas, los sentimientos religiosos o tengan contenido xenófobo, racista, sexista, homófobo, que puedan vulnerar la dignidad de las personas».
Ir semidesnudos, o con esos disfraces o usar megáfonos serán infracciones leves.
La reforma aprovecha para considerar como una infracción grave el consumo o tenencia de sustancias estupefacientes para consumo particular, lo que acarreará una sanción consistente en multa de hasta 1.500 euros, clausura del establecimiento por un máximo de tres meses.
La reforma salió adelante con el apoyo de PP, PSOE y C’s, y la abstención de Ganemos, que considera que puede producirse una «arbitrariedad y discrecionalidad sancionadora».
