El CD Guijuelo encajó este domingo una dolorosa manita en la parroquia viguesa de Coruxo, en el campo de O Vao, junto a la playa del mismo nombre. Los gallegos le han metido de una tacada tantos goles como había recibido el Guijuelo en toda la temporada.
Un equipo, el vigués, que a pesar de las bajas estaba en alza y recibía al Guijuelo, que llegaba después de perder en casa ante el líder, el Racing de Ferrol.
El Coruxo no era el mejor rival para resarcirse de esa derrota, y así fue. Los gallegos tuvieron problemas para hacerse con el balón durante el primer tiempo, que fue el único en el que el Guijuelo intentó, al menos, jugar, porque no disparó a puerta en toda la primera parte.
Tocaba y tocaba pero sin mordiente, mientras que los gallegos enchufaron la primera que tuvieron. Fue en el minuto 25 cuando Ortiz abrió la caja de los truenos, aprovechando un rechace de Kike, tras un remate de Salinas.
Justo antes del descanso Aitor Aspas, ex del Coruxo, hizo un penalti que no perdonó Cristóbal.
Con 2-0 se llegó al descanso, pero nada más volver al terreno de juego, Salinas tuvo una y la falló, y en el 47 ya no la perdonó.
El martirio del Guijuelo no acabaría ahí, porque extremadamente blando e incapaz de sacudirse la que le estaba cayendo encima, siguió cayendo en picado. Comesaña aprovechó un fallo defensivo al devolverle de mala manera un saque de puerta a Kike forzando su error. Diego Lamas remató la faena en el 87 con un golazo por toda la escuadra, por si acaso.





















