Opinión

Aquellas sí eran buenas fiestas…

[dropcap]Q[/dropcap]uizá una de las cosas por las que una persona siempre recuerde su etapa universitaria. Otra de las grandes tradiciones de la vida salmantina.

 

La entrada de esta semana viene en relación a la próxima festividad de las facultades de Ciencias, Ciencias Químicas y Biología –que honrarán a su patrón San Alberto Magno– y que tendrán lugar la próxima semana. San Alberto Magno es uno de los grandes exponentes de la ciencia y pensamiento medieval que sentó las bases para el trabajo de su discípulo Santo Tomás de Aquino. En honor a este santo celebran su gran fiesta estas facultades año tras año.

Siempre he pensado que las mayores festividades para la juventud de Salamanca han sido las fiestas de las facultades. Son fiestas con mucha más tradición y mejor ambiente que las Ferias y Fiestas de septiembre, u otras festividades locales que carecen de tradición entre los jóvenes. Las fiestas en honor a los patrones de las facultades vienen reuniendo en sus fechas correspondientes a multitudes de estudiantes de todas las facultades de la, constituyendo un punto de unión de muchos jóvenes y una gran cita para el ocio estudiantil.

Estudiante de ciencias homenajeron a su patrón, San Alberto.
Estudiante de ciencias homenajeron a su patrón, San Alberto.

Al margen de las fiestas más “tradicionales” de la Universidad (San Lucas, patrón de Medicina o San Raimundo de Peñafort, patrón de Derecho), si hay una fiesta que durante muchos años ha sido la más multitudinaria es sin duda la festividad de San Alberto Magno. Es la fiesta conocida coloquialmente como la “fiesta de Ciencias”, y que en realidad engloba a tres facultades muy grandes: Ciencias, Ciencias Químicas y Biología, y que es posiblemente la más recordada por los antiguos estudiantes de Salamanca. La fiesta de San Alberto es la segunda del calendario académico –después de la fiesta de San Lucas- y coincide en una época en la que el curso no ha avanzado demasiado –y por tanto un período en el que los estudiantes están más relajados- y que además alberga titulaciones con un gran número de alumnos: tales como Biología, Química, Ingeniería Informática…etc. Muchos de mis compañeros compartirían la opinión de que la fiesta de San Alberto era la mejor: no solamente por su carácter multitudinario y porque fuera nuestra fiesta, sino porque quizá el estado de ánimo de los estudiantes estaba en sus mejores momentos del curso.

A lo largo de los años, la forma de celebrar estas fiestas universitarias ha cambiado mucho por diversos motivos. A principios de los años noventa, las fiestas se celebraban en el Recinto Ferial, y pronto pasaron a celebrarse en los campus universitarios. Durante varios años se celebraron en las “Salas Bajas” (albergando una gran asistencia que podía superar las 10.000 personas). De “Salas Bajas” la fiesta fue trasladada al Polideportivo “Sindical” durante los años 2006 a 2008. Después fue trasladada al Multiusos Sánchez Paraíso y finalmente la fiesta quedó desdibujada en los bares de la Calle Van Dyck. ¿Cuáles fueron los motivos que llevaron a todos esos cambios?.

En primer lugar, una fiesta tan multitudinaria como ésta siempre generaba destrozos en los recintos y en las calles, y en muchas ocasiones la opinión pública de la ciudad tuvo una imagen muy negativa de dichas fiestas –no era nada agradable ver un macrobotellón en la Sindical cuando al lado había un colegio de Educación Primaria-, ni ver tampoco cómo una avalancha de estudiantes en condiciones no muy presentables atravesaban la ciudad de Norte a Sur a media tarde para continuar la fiesta en la zona de la Gran Vía. Eran la máxima explosión de la vida estudiantil. Estos motivos, y los intereses de la hostelería –que siempre intenta sacar el máximo partido a los estudiantes- han ido mermando la calidad y el ambiente de estas fiestas.

Frente a esto, los estudiantes han sabido reinventar la forma de disfrutar de estas fiestas. Cuando yo era estudiante lo normal era vestirse con la bata –que terminaba siempre llena de rótulos- y una pañoleta con el color de tu facultad. Poco a poco los disfraces fueron ganando presencia en estas fiestas. La calidad de los disfraces ha ido mejorando de forma exponencial: siempre de muy distintas temáticas, siendo la fundamental la temática de las carreras que se estudian: disfraces de planta, de célula, de ADN, molécula…etc. La preparación de estos disfraces es uno de los preparativos que más ilusiona a los estudiantes. Pero no son solamente estos preparativos los que se realizan para las fiestas. La fiesta es además un buen momento para la búsqueda de financiación para su viajes de “fin de carrera” o “paso del ecuador” mediante la venta de lotería, camisetas, calendarios…etc. Para estos fines deberían existir las fiestas universitarias, evitando que el negocio de la hostelería utilice a los estudiantes y se aproveche de ellos –fenómeno que viene sucediendo de forma muy frecuente-.

Es inevitable que cuando una persona ya no es universitaria y atraviesa el centro de la ciudad, sienta nostalgia al ver todo ese desfile de disfraces, fiesta e ilusión que desborda la ciudad el día de San Alberto.

¡Disfrutadlo quien pueda! ¡Viva San Alberto!

Por: José Manuel Muñoz Félix

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