El alcalde anunció en octubre del año pasado que colocaría 1.700 bancos nuevos por la ciudad y mejoraría otros 1.300 de los ya existentes «para hacer de Salamanca una ciudad más cómoda y habitable». Podría parecer exagerado, pues la realidad parece confirmar esa hipótesis.
Un año después, la ciudad ha sido invadida por los bancos, muchos de los cuales parecen condenados al desuso por su ubicación y otros por la gran concentración de asientos en determinadas zonas.
El despilfarro alcanza su paroxismo en la zona de la avenida de la Aldehuela, desde el miniparque existente junto a la estación meteorológica y hasta el puente Juan Carlos I, donde se pueden contar 63 bancos en unos cien metros.
Se ha generado una gran densidad de bancos que apenas sí se usan: si hace bueno, porque no hay sombra y, si refresca, porque no hay quien pare en ellos al lado del río. Los peatones y ciclistas pasan al lado sin reparar en ellos.
En otra calle del centro, Vasco de Gama, de apenas cincuenta metros y sin demasiado tránsito peatonal, se ha colocado otra media docena de bancos.
Ubicaciones
Y otros muchos se han puesto junto a contenedores, rellenando espacios vacíos en las aceras, aunque queden al lado de la calzada por la que pasan los coches, o mirando a rotondas y a torres de alta tensión,… también mirando al río pero con una maleza tan alta que para ver el agua hay que ponerse en pie, otros junto a la orilla, pero de espaldas al río, y en pleno carril bici o estorbando en la acera. Un delirio de bancos.
«Hemos tenido en cuenta criterios generales» para la adquisición de los bancos, dijo el alcalde, Alfonso Fernández Mañueco, durante el último pleno municipal. «En 200 metros una persona dirá que están altos y otras que están bajos, que son cómodos o incómodos. No podemos poner un banco para cada uno», señaló.
Pero casi, porque hay algunos sitios donde son una plaga.
Los socialistas dijeron que se habían puesto 800 bancos por 202.000 euros (250 por unidad) y se quejaron en el último pleno de que «eran incómodos para las personas mayores».
A lo mejor eso explica que la mayoría estén vacíos.
5 comentarios en «Invasión de bancos»
Cuando no hay cabeza, tiene que haber patas.
Seguro que el vendedor de los bancos es amiguete del alcalde!! Fraude!!
¡y que han hecho con todos los que habian puesto en la zona de La Vaguada, que han desaparecido?
Es de vergüenza, que dice la oposicion? .
Alguien se ha forrado