La Celestina reivindica la libertad sexual

Patricia Sánchez encarna a La Celestina en La Malhablada durante el mes de noviembre.

Patricia Sánchez encarna en La Malhablada a uno de los personajes que ha hecho célebre a Salamanca: La Celestina, pero contando su historia, no la que otros han escrito por ella.

 

[dropcap]H[/dropcap]e aprendido mucho de La Celestina. He releído el libro y para escribir el texto, le he quitado toda la moralina de Fernando de Rojas. Sólo ha quedado la defensa a ultranza de la libertad de la mujer«, explica Patricia Sánchez, autora y actriz del texto de La Celestina, obra que se puede ver durante todo el mes de noviembre en La Malhablada.

Son quince minutos inquietantes, duros, sensibles y llenos de verdad. «El que inventó el pecado, era cruel porque en ese saco puede caber de todo», dice La Celestina en un momento de la representación.

La historia, que disfrutarán los espectadores, está contada desde las entrañas, esas que tantas y tantas veces reconstruyó e inspeccionó La Celestina, desde lo más hondo, por eso lo pelos se erizan al ver como La Celestina cierra la puerta de un portazo y te hace sentir la angustia que vivió una mujer por el hecho de ser libre, por no doblegarse a la moralidad que imperaba en la Salamanca de 1499, justo siete años después del descubrimiento de América.

La historia de esta Celestina está contada por ella misma. Describe a un Calixto joven e inexperto y una Melibea, segura y poniéndose el mundo por montera. Ese que al final hizo que murieran su amante y la Puta Vieja que les ayudó.

Patricia Sánchez encarna a La Celestina en La Malhablada.
Patricia Sánchez encarna a La Celestina en La Malhablada.

Patricia Sánchez se enfrenta ‘desnuda’ a este gran personaje al que han dado vida actrices como Terele Pávez, Nuria Espert o Charo López, entre otras grandes de las tablas. «Estoy sola delante del público y lo tengo muy cerca. Es casi claustrofóbico y sólo podrán hablar cuando se abra de nuevo la puerta. Lo que cuenta La Celestina es lo importante».

Y, ¡vaya si lo es! «Esos hombres que me negaban de día, me pedían que les proporcionara jovencitas para poder sobarlas de noche. Sí, para sobarlas». Y de aquí en adelante… Una lección de vida, porque desgraciadamente, hay que seguir defendiendo la libertad sexual y que la mujer tenga voz y voto.

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