Martoke Witlox nació en Holanda, pero lleva un cuarto de siglo en Salamanca. Es guía turística y en sus recorridos se encuentra con franceses, ingleses, alemanes, holandeses y por supuesto, españoles. Martoke Witlox nos descubre una Salamanca de leyenda
Martote, ¿qué es lo más sorprendente que tenemos en Salamanca?
El ambiente y la cantidad de monumentos que hay para lo pequeña que es la ciudad. Además, el aire es muy puro, sólo hay que ver lo limpios que están los monumentos. Estas son las tres columnas que más aprecio.
¿Cuáles son las preguntas más frecuentes que le suelen hacer los visitadores?
Me pregunta: ‘¿Siempre hay este ambiente en la calle?’ En los últimos año también me preguntan mucho, sobre todo los extranjeros, cómo está viviendo España la crisis.
¿Son muy interactivos?
Tengo grupos diferentes. Durante la semana muchas veces voy a la Casa de las Conchas y puedo encontrarme con un grupo de turistas heterogéneo, pero cuando tienes grupos que están interesados en un tema, preguntan mucho más y le doy más información.
¿Cree que los salmantinos conocemos Salamanca?
No, pero no sólo le pasa a los salmantinos, nos pasa a todo el mundo. Vivimos en una ciudad preciosa y cómo la tenemos al alcance, comenzamos a posponer la visita, porque la tenemos aquí y ahí se queda. Al final no la conoces. Aunque ahora con los programas del Ayuntamiento ‘Las llaves de la ciudad’ tienen una posibilidad estupenda de conocerla. Además de tener acceso a lugares de Salamanca que no es sencillo poder entrar.
Sé que es muy excluyente esta pregunta, pero ¿dígame cinco monumentos que es imprescindible conocer su historia?
La Catedral Vieja, porque aquí comenzó la Universidad de Salamanca. Al ser hija de un arquitecto, me encanta también las Torres de la Catedral, porque ves la construcción. El Cielo de Salamanca es una joya. El convento y el patio de las Dueñas es una joyita. Y para coger algo más moderno, la Casa Lis. Estos hay que verlos, conocerlos y amarlos.
¿Cuidamos bien la ciudad?
Sí. Hace 25 años que vivo en Salamanca y la peatonalización de la zona centro ha sido estupendo, como el ser Patrimonio de la Humanidad y la Capitalidad Cultural han hecho que Salamanca abra los ojos. Así, se han dado cuenta, cada vez más, de lo que tiene Salamanca y cada vez la cuidan más.
¿Se puede mejorar?
Sí. La accesibilidad para las personas con sillas de ruedas, eso es cero patatero. Aluciné cuando tuvimos aquí las Edades del Hombre, que las Catedrales eran accesibles para todo el mundo, se acaban las Edades del Hombre y ya no pueden entrar con sillas de ruedas. ¡Qué barbaridad han hecho! Especialmente la Iglesia que dice que es para todos, ¿cómo que para todos? Sí se puede entrar, pero es muy complicado.
¿Incluyen en las visitas el barrio del Oeste?
No, todavía no, pero habrá que plantearlo, aunque es muy nuevo, pero sí le doy información e indicaciones a los turistas que pueden que le interese.
¿Y la provincia?
La ciudad es un tesoro, pero la provincia también. La sierra tiene un potencial tremendo en todo tipo de ocios, de paseos,… y cada vez más se ve que se proponen y realizan ideas. Luego entra el tema de las envidias entre ‘vecinos’. Lo de colaborar cuesta.
Martoke, denos una vuelta por Salamanca. ¿Cuáles son los imprescindibles?
Lo más imprescindible es la Plaza Mayor, la Rúa por la parte de San Martín…
¿Qué hacemos con los edificios que están apuntalados en la Rúa?
Los turistas me lo preguntan. ¿Qué les explico? que cuando yo vine aquí hace 25 años ponía: ‘Inicio de obras’ y estuvo ese cartel 10 años y después de esos años, la iniciaron y ahora sigue apuntalado. Creo que el Ayuntamiento comienza a moverse, porque estamos en pleno Casco Histórico y es Patrimonio de la Humanidad. Creo que deberían haber hablado con los dueños mucho antes y la Unesco creo que también está ‘apretando’.
Bien, estamos en la Catedral…
No. ¡Todavía no! Nos queda la Casa de las Conchas y la Clerecía. (Risas)
¡Vamos a ello!
Muchas personas cuando ven la Clerecía me preguntan: ¿Ésta es la Catedral? y yo le digo: Sigue buscando. (Risas)
Es verdad que la calle Compañía es la de ‘los tres coños’?
Sí, por supuesto. (Coño que alto, coño que bonita, coño que frío)
Sigamos…
Antes de entrar en la Catedral, vamos a hacer una parada en el Colegio de Anaya, que merece mucho la pena. Y llegamos a la Catedral (risas) Todo el mundo viene buscando el Astronauta, pero, personalmente, me quedo con el mono o el diablo. Hay que pasar por el Patio de Escuelas Menores, que a mí me parece que han colgado cortinas, pero es precioso, como también lo es el Cielo de Salamanca, para seguir con la antigua ágora de Salamanca, que puedes ver las dos cúpulas.
Y de esas joyitas que no suelen estar en las visitas guiadas…
La Casa de las Muertes, la Torre del Clavero, el Palacio de Salinas, que tiene una arquitectura muy italiana, San Esteban, la Cueva, por la Torre que hay. Tenemos dos visitas, la monumental y la nocturna.
Ha hablado de La Cueva. ¿Cuéntenos una leyenda poco conocida de Salamanca?
La historia de Aníbal, pero sin elefantes (Risas) Cuando vino aquí, quería arrasar la ciudad y lo convencieron para que no hiciera nada, porque le iban a dar una especie de tributos. El fue a esperarlo al Puente Romano y nadie salía. Entonces dijo: ‘Ahora voy a entrar a saco a arrasarla, pero antes quiero que la población salga. Salieron las mujeres y los niños, no los registró, sólo a los hombres para ver que no llevaban armas. Aníbal entra y arrasa, pero al salir se encuentra con que las mujeres eran las que llevaban las armas, se las dan a sus hombres y reconquistan otra vez Salamanca. Aníbal dijo: ‘¡Qué valor tienen las mujeres de Salamanca!’ Y se asustó por el arrojo de las salmantinas. Se puede decir que las mujeres de aquella época eran de armas tomar.
1 comentario en «Martoke Witlox: «Las salmantinas eran de armas tomar»»
Con estas entrevistas se nos pone el «bello» de punta»…
Con personas como Martoke sabemos que Salamanca tiene mucho futuro…pero hay que saberlo «exportar» como hace ella…con conocimiento, alegría y sobre todo con mucha ilusión.
Si solo el 10% de los salmantinos pusiese un 50% de su ilusión cuando enseña Salamanca…quizás seríamos verdaderamente la Ciudad de la Luz de Europa…incluso más que París.
Enhorabuena a Lira y Martoke…la «calidad de la entrevista»…se demuestra «andando»