Gabriel Risco y Pilar Moreno, concejales de Ganemos Salamanca, han hecho un balance negativo de los presupuestos en cuestiones de ingresos y gastos. Proponen hacer una revisión de las exenciones del IBI, consideran que la actividad de la Fundación Ciudad de Cultura no es necesaria, e informan de los gastos del Ayuntamiento.
“Dejadez e inercia”, así califica Gabriel Risco los 20 años de gobierno del PP. Más de un tercio de los ingresos totales del Ayuntamiento, que han sido de 45 millones de euros, se recaudan del IBI. Desde Ganemos exigen que se revisen individualmente las exenciones fiscales, pues “solo se pone el acento en la ciudadanía normal” y consideran “injustificado” que haya edificios de interés cultural cuya utilidad es económica y comercial que están exentos de pagar el impuesto, como algunos relacionados con la iglesia.
Piden que este tipo de edificios paguen el IBI y que queden exentos aquellos cuya finalidad no sea comercial. Las consecuencias que supondría realizar esta revisión sería el aumento de ingresos y, por consiguiente, una reducción para los ciudadanos.
En este “despilfarro” que denomina Risco, hay dos ejemplos de costes elevados que ha financiado el Ayuntamiento. El primero es el edificio del Ayuntamiento de Íscar Peyra, por el cual firmaron un contrato en 2005 con el obispado para alquilarlo durante 20 años a 36.000 euros al mes, lo que hasta 2014 ha supuesto un coste de 4 millones, a los que se suman 4 millones de la rehabilitación más una modificación del contrato para incluir una opción a compra por 12 millones. El coste final del contrato será de 23 millones de euros.
A estos gastos se les suma el segundo caso, la ciudad deportiva de La Aldehuela, cuyo coste total ha sido de casi 18 millones de euros y cuyo mantenimiento va a ascender a un millón al año. Además, el Ayuntamiento aporta la mayor cantidad de subvenciones a la Fundación Ciudad de Cultura y Saberes, además de haberle cedido todos los espacios para que se encarguen de la gestión. Según Pilar Moreno, el 87% de los ingresos de la fundación procede del Ayuntamiento, por lo que depende de ello totalmente. Según ha declarado, “no necesitamos fundaciones a las que paguemos para que gestionen”, pues la gestión la puede hacer el Ayuntamiento, y “no se está repartiendo como se debería repartir”.
Texto: Paula Castro Morán