La Asociación de Hosteleros de Salamanca ya puede decir que lo ha conseguido y es que aseguran que “no ha sido nada fácil” ya que han tenido que luchar mucho y gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Salamanca han presentado un modelo con todo lo que Patrimonio les exigía para ello.
De esta manera, Patrimonio ha dado luz verde para la instalación de las estufas y lo que han valorado es que el impacto visual sea el menor posible, es decir, que no desmerezca de ninguna manera a la plaza y que no quite ningún tipo de visión.
Este modelo se homologó primero por la técnico artística del Ayuntamiento de Salamanca, luego paso por la Junta de Castilla y León a la territorial y finalmente, después de todo este proceso, «se pidieron los permisos adecuados ya que había que pintar la estufa de una manera adecuada como nos exigía Patrimonio y eso ha conllevado a traer las estufas de Alemania y llevarlas a un sitio especial para que las pinten y pasen desapercibidas con el pavimento de la plaza mayor”, explica así Cristina Ruíz, gerente de la Asociación de Empresarios de Hostelería.
Por otro lado, desde la Asociación de Hosteleros aseguran que lo que se ha hecho es intentar que el coste de las estufas, para los hosteleros, sea menor comprando más volumen, aunque también “nos hemos encargado de poder pintarlas aquí en Salamanca en la única fábrica donde lo han podido hacer, pero siempre nos han garantizado que las estufas quedasen acorde a lo que nos exigía Patrimonio. No queríamos defraudar a nadie”, matiza así la gerente de la Asociación de Empresarios de Hostelería.
Estas estufas ya se han instalado en seis terrazas, cinco en la Plaza Mayor y una en la Calle de la Rua y esperan ampliar más espacios ya que pendientes de que se instalen en veinte establecimientos más. Asimismo, consideran que esto es solo el primer paso para que “sigamos poniendo otro tipo de elementos en el resto de la ciudad”.