[dropcap]L[/dropcap]as listas de espera siguen siendo un punto negro en la sanidad pública y no se aprecian signos de interés para su solución.
La imprescindible adecuación de la cantidad de personal no es la única estrategia para conseguirlo. Algunas de las medidas no están vinculadas a un mayor gasto y sin embargo tampoco se adoptan. El SACYL se limita a derivar a clínicas privadas, a veces suponiendo un traslado de ciudad para los pacientes y sin que este procedimiento consiga una solución definitiva del problema.
Muchos profesionales han expuesto estrategias favorecedoras de la reducción de las listas siguiendo el clásico esquema de incrementar la oferta, reducir la demanda y mejorar el rendimiento.
En el primer punto es donde se contempla aumentar los recursos de profesionales, de quirófanos y de aumento horas de consulta..
En el segundo se ha hablado de la implantación de protocolos con requisitos para la derivación e indicaciones precisas para su seguimiento posterior para lo que es imprescindible mejorar la coordinación Primaria/Especializada, aumentando el número de contactos entre sus profesionales y extendiendo sus canales de comunicación (presenciales, telefónicos, consultas telemáticas…).
En el tercero se refieren a estrategias como dedicar periódicamente espacio de tiempos exclusivamente a casos nuevos, implantar consultas resolutorias de un día con derivación posterior a primaria para tratamiento, la priorización por puntos de los pacientes para establecer la premura en su atención.…
Desde Consejería, se ha hablado de la creación y desarrollo de protocolos por patologías, de la priorización por puntos, de implantar interconsultas telemáticas … Pero nada se ha cumplido ¿Cuántos años más hay que esperar para que se note algún movimiento? Comenzar a moverse es urgente, las demoras en la actuación conseguirán que el bloqueo del sistema sea irresoluble
Esperanza González Marín
Asociación para la defensa de la sanidad pública de Salamanca