Durante la charla con la coordinadora de APRAM hablamos de la trata, de las vejaciones que sufren las mujeres, del estado en el que llegan a la asociación y de las actividades que realizan con las mujeres prostituidas y las campañas de sensibilización que realizan en los institutos y la Universidad
Salamanca es una ciudad estudiantil. ¿Los universitarios demandan prostitución?
No, aunque también irán. Ahora, entre los chicos jóvenes, estudiantes y no estudiantes, está de moda, y Salamanca es un destino de despedidas de solteros, ir a los clubes a reírse de las mujeres, porque luego no hacen servicio, tendrán que tomarán algo, porque si no el dueño del club no los dejaría, pero nada más.
Es como retroceder muchos años y que la mujer continúe siendo un objeto de juego vejatorio…
Sí, porque es vejación que vayan a reírse de las chicas. Además, otro aspecto, el 90% de los clientes son casados. Cuando hablamos con las chicas te cuentan lo que le piden los hombres y es terrible, porque hay dinero de por medio. Desde APRAMP intentamos inculcarles que utilicen preservativos, la mayoría lo hacen, pero algunas veces pagan más sin preservativos, las menos, pero las hay, y es un problema de Salud Pública, sobre todo con las irregulares que no pueden ir a centros de salud o al hospital.
Hay dinero, pero no media un contrato…
La prostitución, como en los malos tratos, siempre es el poder del hombre sobre la mujer. Yo te pago y tengo derecho a hacer lo que quiera.
¿Hay muchos malos tratos en la prostitución?
Sí, porque hay mucha vejación. La prostitución va en contra de los Derechos Humanos, por lo que se dan los malos tratos físicos, psicológicos,… Las chicas tienen la autoestima por los suelos. Hay que distinguir entre la prostitución, digamos normal, a la trata. Cada vez hay más mujeres que vienen de otros países a ejercer la prostitución a Europa. Es una mafia. España es un paso fronterizo, sobre todo del sur, hay bastantes mujeres de países africanos. Las traen engañadas, muchas de ellas no saben ni donde están. Las meten en habitaciones en los clubes, comen allí y viven allí… Están totalmente controladas.
Si es tan complicado. ¿Cómo llegan a ellas?
Gracias a la unidad móvil. Así entramos en contacto con ellas tanto en los clubes, como en los pisos o la calle. A los clubes de Salamaanca y la periferia se va un día a la semana y una vez al mes a Ciudad Rodrigo, Peñaranda, Béjar y Vitigudino. Así podemos hablar con ellas. Las que logran salir, vienen a las actividades que organizamos desde APRAMP.
¿Los proxenetas no se quejan?
Hemos tenido algún problema, pero luego volvíamos al mes o a los dos meses y nos dejaban entrar. Nosotros vamos diciendo que somos APRAMP y que estamos en contacto con la Dirección de la Salud Pública, tenemos un programa sanitario, por lo que vamos a hablar con las chicas para ofrecerles ginecólogos y esto a ellas les interesa mucho, al igual que a los dueños del club, porque no tienen ginecólogo, aunque algunos te enseñan la tarjeta ginecológica. Así llegamos. Cuando vamos, le damos preservativos, porque en algunos clubes se los cobran, se habla con ellas, le damos la tarjeta,… como vamos en muchas ocasiones, terminan conociendo al personal de APRAMP.
¿Los clubes están reglados?
En la mayoría de los casos como hostales. Pero, también hay muchas mujeres sin papeles, incluso alguna menor que la guardan. Una mujer de trata que denuncia, que es muy difícil porque tienen miedo, nosotros la mandamos a un piso de trata de Madrid, si es menor, también tenemos un piso para ellas. Aquí no tenemos recursos, porque se necesitaría mucho dinero para mantener un piso.
¿La crisis ha hecho que haya un repunte de mujeres prostituidas nacionales que hayan vuelto o que inicien en la prostitución?
El 95% de las mujeres prostituidas en España son extranjeras, pero durante la crisis, aumentaron un 2% las españolas que lo habían dejado y volvían o mujeres que se encuentran en situaciones económicas muy malas y encontraron en la prostitución una forma de ganarse la vida.
¿Ha vuelto a bajar?
No, porque no hemos salido de la crisis y no pueden salir de la prostitución.
Blanca, ¿por qué en estos casos se suele decir: ‘cogieron el camino fácil’ con lo duro que debe ser prostituirse?
Es un tópico. En todo caso sería para las mujeres de alto standing, pero APRAMP no tiene nada que ver con este tipo de mujeres y este tipo de prostitución. Nosotros trabajamos con mujeres de la calle, pobres que vienen de países pobres.
¿Cuál es la media de edad?
Entre 22 a 27 años.
¿A qué edad las jubilan?
Tenemos mujeres que son muy mayores, pero normalmente a partir de los 40 años las jubilan. Los hombres prefieren pagar por las jovencitas.
Una vez que la mujer prostituida se acerca a vosotras. ¿Qué se encuentran?
Son mujeres muy desestructuradas, se consideran como basura, se aprovecha el cliente y toda la mafia que hay detrás de ellas. Si por un servicio cobran 50€, más de la mitad es para el dueño del club y las copas que tomen con los clientes también son para el propietario. No todo es para ellas.
¿Tienen un mínimo de servicios?
No, depende de los clientes que vayan.
Una vez que ya han dado el paso de salir. ¿Qué le ofrece APRAMP?
Nosotros les demos curso de informática, de cocina básica, porque son mujeres que vienen de otros países y no conocen nuestra forma de cocinar, y algunas mujeres, las menos, se han colocado en servicio doméstico. También les damos habilidades sociales, que son fundamentales porque tienen la autoestima muy baja. Además, tenemos el programa de prevención de cáncer de útero, por el que han pasado más de 500 mujeres en siete años. Contamos con un ginecólogo que es voluntario y les hace un reconocimiento exhaustivo, que incluye la prueba de VIH, porque sabe que no van a consulta.
¿Qué personas comprenden el negocio de la prostitución?
La mujer, el traficante, el proxeneta, el cliente…
¿Cree que si se regulara la prostitución se acabaría con ella?
Es una utopía, por eso APRAMP es abolicionista.
¿Por qué se dice que es el oficio más antiguo del mundo?
Eso no es cierto, pero sí es la esclavitud más antigua del mundo.
1 comentario en «Blanca Rubio: «La prostitución es la esclavitud más antigua del mundo»»
Estas son entrevistas con «sustancia». Ahora se acercan muchas personas y asociaciones al tema de la violencia machista para conseguir fondos, vivir de la propia estructura que crean y…el dinero no llega realmente a las personas necesitadas.
Este no es el caso de APRAM que desde hace muchos años se dedica a «sacar» a mujeres de la esclavitud poniendo medios directos para esas personas…que según nos dice Blanca…un 95% son extranjeras.
Sería recomendable que la Administración Pública se hiciera cargo de todas estas mujeres que no quieren ejercer una ¿profesión? como esta que genera esclavitud.
No olvidemos que es una esclavitud cuando las personas no tienen libertad para dejarlo…y las meten mediante «engaños»…y este es un tema puramente «policial». Cuando quieren hacen «redadas» pero no existe una política de represión clara y constante.
Enhorabuena a Blanca por hablar con datos ciertos y a la Crónica por poner el dedo en la llaga.
Y nosotros añadiríamos..cuidado con las muchas asociaciones que se están creando en torno a la violencia contra la mujer…para vivir de ello…sin llegar los medios a las personas necesitadas de verdad…