Fidel Mateos: «La vida es así, en muchas ocasiones nos meten 12 goles»

Fidel Mateos dirige las Escuelas de Deporte de la Academia Lewis y con él hablamos, entre otras materias, sobre la importancia de la práctica de una disciplina deportiva, lo que le aporta a los niños y si sabemos gestionar el éxito y el fracaso.

¿Qué le aporta a los niños conocer las distintas disciplinas deportivas?
Una amplia oferta. Este año, hemos apostado por la esgrima, la gimnasia rítmica o el voleibol. Esto les hace ampliar el abanico de que pueden ser buenos en otras disciplinas que no sea el fútbol.

¿Qué les da el deporte de equipo?
Lo valoro mucho tanto en la parte de los niños, como en los entrenadores. Es muy importante saber gestionar un grupo, conocerlos, tratarlos, dirigirlos y estar pendiente de ellos. Esto hace que los entrenadores maduren mucho y tengan responsabilidades. En cuanto a los niños, las piña que hacen, las ganas que tienen de entrenar porque se lo pasan bien y el comprobar que es un equipo, que necesito del otro para marcar un gol, que no se crean Messi o Ronaldo…

Ellos también necesitan del equipo para marcar goles…
Sí, pero son las estrellas. Aquí, intentamos hacerles ver que no son únicos, que es más fácil pasar el balón que intentar regatear, sobre todo en fútbol sala, que hay que sacrificarse, que tienen que jugar todos, aunque no sean buenos,…

Más que nada porque pueden sorprender al equipo en un momento determinado…
Sí, aunque hay diferencia en calidad entre unos y otros. Pero, hay que darles oportunidades y es muy satisfactorio ver lo contentos que se van para casa si en un momento determinado han dado un buen pase…

O hacen equipo…
También se lo digo. Por ejemplo: Pepe Reina ha ganado una Eurocopa y un Mundial y no jugó ningún partido. A veces el aportar, el estar pendiente de los compañeros es esencial,… Esto nos da la oportunidad de compartir y si lo hace, creces, porque vivimos en sociedad. Esto le va a servir para su vida.

Y, ¿los deportes individuales?
Puedo hablar del atletismo que es lo que he experimentado yo. A mí me dio el poder superarme, el poder hacer la salida bien… puedo seguir esforzándome… Esto le viene muy bien sobre todo en los estudios, cuando han suspendido, ellos pueden ver que la próxima vez pueden aprobar, porque se superan y siguen adelante.

¿Nos enseñan a gestionar el éxito?
El equipo que yo entrenaba el año pasado ganó todos los partidos, pero a mitad de temporada veía que el ambiente no era el más propicio. Habían hecho un grupo de ‘buenos’ y no querían que entrara nadie más. Tuve que parar los entrenamientos y decirles: ‘Podremos ganar la liga, pero no sois un equipo’. Al final lo que a uno le queda es el cómo nos lo pasamos, más que si tuvimos o no medalla.

¿Está seguro?
Las personas que están pensando sólo en ganar, no disfrutan. Están en el campo y sólo piensan en marcar goles. Prefiero un chico regular, que se va contento de los entrenamientos, que si pierde un partido, no pasa nada y si gana, está feliz. Es difícil gestionar el éxito.

¿Qué opina de la expresión: ‘Lo importante es participar’?
Lo importante es disfrutar. Lo que queremos es ganar y se entrena para ello, pero el ganar es el resultado de depende de lo que quieras hacer. Puedes ser resultadista y puedo machacar al contrario y perseguir al mejor del otro equipo, jugar de malas maneras e ir a ganar. Cuando uno entrena bien y disfruta, el resultado llega y si no es así, es porque el otro es mejor.

¿Sabemos gestionar los fracasos?
El otro día nos metieron doce goles…

Pues hace poco se cumplieron 30 años del 0-12 a Malta…
(Risas) Este año, el concejal ha puesto una medida en la que no suben al marcador más de seis goles, si el otro no mete ninguno. Al final te caen los 12 igual, aunque en el acta sólo figuren seis.

Los niños saben que le han caído los 12…
Sí. Es una idea interesante, pero no acaba de estar bien encauzada.

¿Cómo lo gestionó?
En el descanso, les dije vamos a desconectar del partido y vamos a disfrutar lo que resta. Ya que hemos venido hasta aquí, intentemos pasarlo bien. El martes en el entrenamiento también fue muy divertido, para que no se queden sólo con el resultado.

Dígale que Malta ha pasado a la historia por ese resultado…
(Risas) Sí, es que los otros fueron muy buenos. La vida es así, en muchas ocasiones nos meten 12 goles. Lo que hice durante el partido es seguir dandoles indicaciones hasta el final, porque si me callaba se acababa el partido. En Infantiles se juegan el partido en cuatro tiempos y precisamente, en el cuarto fue donde más lucharon e íbamos nueve cero. Eso se lo valoré muchísimo. Esto le vale en los estudios, con los amigos,… que hay que tirar para adelante. Peor no podemos ir…

Bueno, le pueden marcar 13…
(Risas) Sí hay que ver los fallos y ver la actitud si es buena y de empuje y lucha hasta el último momento.

Usted trabaja con niños en riesgo de exclusión. ¿Cómo se encauza a estos chicos para recuperarlos para la sociedad?
Llevo trabajando con chicos en riesgo de exclusión desde 1999 y antes de entrar a trabajar con ellos siempre me he preguntado: ¿Quién soy yo? Porque a veces los profesores o educadores nos situamos a cierta distancia. En el momento que uno se pregunta quién es, es más fácil…

¿A qué se refiere?
¿Qué soy yo? Soy deseo de ser feliz, de querer a otros y que me quieran, de lo bello,… Trabajamos para obtener esto. ¿Quiénes son mis alumnos? Pues lo mismo. Al final, este chico está buscando lo mismo que yo, el mismo deseo de que les quieran. Por lo tanto, tengo que trabajar dando clases de Historia o de Educación Física desde el mismo punto. Intentar cumplir su deseo, porque si no es así, se frustran y buscan salidas raras. Hay que saber engancharlos con esas materias que los motiven, el deporte les ayuda a estar distraído de otras cosas, les da salud,…

¿Estos chicos tienen oportunidades?
Sí, todos tenemos las mismas oportunidades, salvo que haya un problema psicológico importante. Creo mucho en el ser humano, porque hasta una persona que haya hecho lo peor, una vez saldada la deuda con la sociedad, eso no te puede definir el resto de la vida.

¿Prejuzgamos mucho?
Sí, muchísimo.

Al final son niños…
Sí, son chicos que desean ser felices, que se han equivocado, como nos equivocamos todos. Les va mal en los estudios o se han equivocado con varios amigos y están solos, porque han delinquido y se desencadena todo. Todos nos podemos equivocar. Creo que una sociedad se tiene que preguntar qué ha hecho para que ciertos chicos acaben así. Hay que conocer la historia y si tuviéramos sus mismas vivencias, quizá actuaríamos así también. Todos estamos tentados a cometer los mismos errores. Nada ni nadie puede evitar que en un momento determinado se nos vaya la cabeza y hagamos una tontería. Y eso no puede ser definitivo para una persona.