El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha concedido una entrevista a La Vanguardia, en la que habla de su lado más íntimo y religioso.
«Yo soy de misa diaria», reconoce, y asegura que «Dios nos ha hecho libres para que actuemos, pero tiene un plan B».
Asegura que lo que cualquiera llama «casualidad» no es otra cosa que «un pseudónimo de Dios, porque nada es una mera coincidencia. Todo responde a su plan», asegura.
Desvela que él mismo tiene «un ángel de la guarda» al que ha puesto el nombre de «Marcelo», que le ayuda «en las pequeñas cosas, como aparcar».
Cuando le preguntan que si uno de sus hijos fuese homosexual y decidiese casarse, Fernández Díaz asegura que se «llevaría un disgusto, pero intentaría estar a su lado para ayudarle».
El ministro no cree en los alienígenas pero sí en la existencia de «alguna forma de vida» en otro lugar que no sea la Tierra. «Yo creo en Dios, en la Providencia y en la vida eterna», concluye.