La moneda siempre tiene dos caras. La bonita y divertida es que 40.000 jóvenes se acercaron a Salamanca para vivir la Nochevieja Universitaria, una de las fiestas más multitudinarias del mundo y que congrega a grandes cantidades de chicos y chicas con muchas ganas de pasarlo bien.
Ahora viene la cara B. La de esos montones y montones de desperdicios que van dejando atrás los miles y miles de jóvenes. Bolsas, envases de bebidas, tanto de cristal como de plástico, restos de comida, vasos, cartones,… Los aledaños de la Plaza Mayor se convirtieron en auténticos vertederos, pero la que sufrió la peor parte fue la Plaza Mayor, sobre todo una vez que sonaron las campanadas y los miles de jóvenes evacuaron el ágora con destino a los establecimientos donde continuaron la fiesta.
Pero quizá lo peor, porque los envases y demás suciedad se elimina con una buena cuadrilla de servicio de limpieza, son los chicos, en este caso más que las chicas, que cada vez que sienten la llamada de la selva y tienen la necesidad de evacuar, sólo se arriban a una pared, independientemente que esté considerada Patrimonio de la Humanidad, edificio público o el escaparate de un comercio, se bajan la bragueta y alivian su vejiga.
1 comentario en «La cara B de la Nochevieja Universitaria»
Como todo en esta vida y haciendo balance de estos «eventos» se pueden apreciar aspectos positivos y negativos del mismo.
Evidentemente, lo que habría que hacer cada año es «potenciar lo positivo» y restringir al máximo lo «negativo».
Como algo positivo es que Salamanca aparece claramente diferenciada como ciudad universitaria y esto es un grado de atracción para nuevos estudiantes, dejando una gran economía para todos nosotros (unos más que otros…pero eso ahora no importa).
Como algo negativo es la «suciedad» que dejan personas que debieran ser «más limpias», «más modernas», «más ecologistas»…y es que eso es «estudiar».
Por eso se propone a los organizadores que al día festivo le siga otro «maratón» de limpieza y dejar las cosas como estaban antes de la fiesta dando ejemplo al resto del mundo que son compatibles la diversión, la ecología y la educación. Esto también sería otro factor «positivo» para la atracción de Salamanca como ciudad para estudiar, aprender y hacerse «personas del nuevo mundo»…
Gestionar con éxito la «contaminación acústica»…haciendo compatible la fiesta con el «bajo ruido».
¿Fácil?…si el reto de atraer a 40.000 jóvenes fue posible, también debe serlo el de dar «ejemplo al mundo moderno»… ¿Eslogan?: «Salamanca, ciudad de educación, cultura, la limpieza, la ecología y contra los efectos negativos del cambio climático»…