El PP también ha ganado las elecciones en Castilla y León, pero también ha pagado un elevado peaje por la corrupción y los efectos de los recortes sobre los ciudadanos.
El PP ha logrado 17 diputados, cuatro menos que en 2011 y 300.000 votos menos.
El PSOE, por su parte, logra 9 escaños, dos menos que en 2011 y 100.000 votos menos.
De nuevo Ciudadanos y Podemos son los grandes beneficiados por la caída de los dos partidos tradicionales y suman tres diputados cada uno.


















