- Reclama un modelo económico que genere empleo digno y fortaleza la educación y sanidad públicas
- Alerta del coste que puede tener el independentismo
El Rey Felipe VI apeló al diálogo ante la nueva situación política dibujada por las urnas, marcada por la pluralidad.
En su mensaje de Navidad, el monarca dijo que estamos ante una nueva realidad “que incorpora sensibilidades, visiones y perspectivas distintas, que requiere una forma de ejercer la política basada en el diálogo”.
Aseguró que España afronta una legislatura que requiere “todos los esfuerzos, energías y voluntades democráticas de las instituciones para consolidar lo ya logrado y para adecuar el progreso del país a la realidad de las sociedad española de hoy”.
Confía en que se produzca “una reflexión serena y un contraste leal y sincero de opiniones, respetando nuestra historia y la íntima comunidad de afectos e intereses de todos los españoles, y que eso alimente la vigencia de nuestro mejor espíritu constitucional”.
Realizó un guiño a los “cinco millones de españoles que llevo en el corazón” que viven en Cataluña y dijo que “la ruptura de la ley, la imposición de una idea o proyecto de unos sobre otros españoles históricamente nos ha conducido a la decadencia, empobrecimiento y aislamiento”, y abogó por la defensa “que los españoles debemos hacer de nuestra diversidad cultural y territorial”.
El Rey pasó de puntillas sobre la corrupción y se limitó a reclamar “sensibilidad con las demandas de rigor, rectitud e integridad que exigen los ciudadanos en la vida pública”.
Se apartó de la visión oficial del Gobierno en funciones sobre la recuperación económica y se mostró partidario de buscar un crecimiento económico “sostenido que permita seguir creando empleo y empleo digno”, al tiempo que permita “fortalecer los sistemas públicos de educación y sanidad y reducir las desigualdades acentuadas por la dureza de la crisis”.



















