El Ayuntamiento de Salamanca aprobó este lunes la congelación de impuestos, tasas, precios y tarifas para toda la legislatura, así como la creación de un bonobús para menores de 30 años y estudiantes de ambas universidades, por 14 euros al mes.
Así el IBI, que en los últimos diez años ha subido un 37% en Salamanca, tal y como recordó el portavoz socialista, José Luis Mateos, no subirá, pero tampoco se ajustará al IPC de agosto que es el que se utiliza como referencia para ajustarlo cada año, y que este año fue negativo, por lo que debía haber bajado.
Tampoco subirán el billete de autobús, ni el agua, ni la basura, ni el uso de las instalaciones deportivas. En este último caso se ha añadido la creación de un bono de diez usos de las pistas de tenis de la Aldehuela por 50 euros (ahora cuenta más de seis euros la hora), pero no se creará un bono de 10 baños para las piscinas municipales, algo que motivó los reproches de Ganemos por considerar que se quiere ayudar a la empresa adjudicataria de La Aldehuela y como la de las piscinas no lo necesita por la elevada demanda que hay, pues no se piensa en los ciudadanos y no se crea ese bono.
Descensos
Se reduce un 98% la tasa de apertura del primer negocio, baja un 50% la ORA para residentes y se reduce el coste de las bodas civiles, la escuela de música y el uso del Multiusos para personas en dificultades económicas.
La congelación de impuestos, precios, tasas y precios públicos es una de las exigencias de Ciudadanos para facilitar la continuidad del PP en el Gobierno, mientras que el bonobús por 14 euros al mes para los menores de 30 años y estudiantes universitarios es obra del PSOE. El edil socialista anunció que el próximo año propondrá una nueva reforma de las ordenanzas fiscales para reducir los impuestos, precios, tasas y tarifas públicas, algo que no han podido hacer este año por «la habilidad» de Fernando Rodríguez para dejar sin tiempo el procedimiento que eso implica.
El Pleno no aprobó la propuesta de Ganemos (solo recibió el respaldo de los socialistas) para que la tarifa del agua pase a ser una tasa «para que los ciudadanos solo paguen el coste real del servicio, lo cual reduciría los recibos en una cantidad importante». El PP dice que los ciudadanos pagarían lo mismo, el ayuntamiento tendría más costes y la empresa concesionaria ingresaría lo mismo, y recordó que la calidad del agua de Salamanca es de las más altas de España.
