Hace una semana, el jugador del Cadete Regional Pablo Ledesma se encontraba en Oporto, a prueba con el equipo portugués. Hoy, apenas seis días después, charlamos con el central del Salmantino, para que nos cuente cómo ha vivido esa experiencia.
A sus 16 años, ‘Ledes’ nos cuenta que el primero en recibir la noticia fue su padre, mientras que a él se lo comunicaron el día antes de marchar a tierras portuguesas, “me dijeron que al día siguiente tenía que estar en Oporto” afirma.
El jugador reconoce que, una vez conocida la noticia, los nervios le acompañaron “porque era la primera vez que iba a un equipo grande” y añade “pero una vez que te alojas con ellos, que vas a cenar… ya se te quitan los nervios y sólo piensas en jugar y pasarlo bien, porque es toda una experiencia”.
Tras ser recibido por el coordinador de la base del Oporto, Pablo pasó el pertinente reconocimiento médico y se puso a entrenar. “Lo que más me ha llamado la atención es la seriedad que había tanto en los entrenamientos, como en la casa Dragao”, nos dice.
Casa Dragao
La Casa do Dragao es la residencia donde se alojan las jóvenes promesas que ya pertenecen al club luso, mientras que los chavales que van a probar se alojan en ‘La Residencial’ un complejo situado a apenas 200 metros de do Dragao.
Ya con el balón en los pies, Ledes nos cuenta cómo se vio respecto al resto de jugadores: “Ellos físicamente andan mejor, están muy bien preparados porque lo llevan haciendo desde pequeños. Táctica y técnicamente yo sí me vi a la altura” afirma.
El central salmantino se define como un jugador “contundente, me defiendo bien en el juego aéreo, juego con las dos piernas, soy rápido y tengo buena salida de balón”, en definitiva, lo que todos conocemos como un jugador completo.
Contento
De vuelta a Salamanca, Pablo se muestra más que contento porque, según sus propias palabras, “sólo ir a probar es ya una experiencia, porque ves lo que hay fuera, cómo son los equipos grandes, cómo se comportan los jugadores de allí, la disciplina que tienen… “.
Ahora, la última palabra la tienen el entrenador luso y el coordinador de la cantera, que son los que tomarán la decisión de que Pablo vuelva o no.
