Las librerías se enfrentan al dilema de cambiar o morir y algunas han optado por convertirse en espacios independientes en los que la cercanía y el trato personal con el librero son claves para hacerse un hueco para sobrevivir.
Un buen ejemplo de este tipo de este formato independiente es la librería El Buscón que se dedica al libro de segunda mano y antiguo. Situada en el Kiosko del Paseo Carmelitas 69 (frente al hospital Santísima Trinidad). Desde abril de 2015 ofrece una nueva propuesta de librería más dinámica e independiente en la que cada semana se muestran en los escaparates, libros distintos.
Al mando se encuentra Celedonio Santos Hernández, o “Cele” como le gusta que le llamen, librero que lleva 27 años dedicado al libro de segunda mano y usado. “Los últimos 15 años he estado en una librería en el Paseo Carmelitas, pero durante ocho meses me retiré a mi almacén y cuando cerré allí me trasladé hasta donde estoy ahora para darle un espacio físico a mi página web, libreriaelbuscon.com, y a los libros”, explica Celedonio.
Además, tiene un fondo con 18.000 libros más todos los que guarda en su almacén, y considera que este espacio en la calle lo usa como escaparate para vender discos, cómics y todo tipo de libros del siglo XX, sobre todo de humanidades como el ensayo o incluso literatura infantil.
Asimismo, admite que, aunque vende libros de todo tipo, principalmente “tenemos un clientela en torno a los 40-60 años, pero también viene mucho estudiante de paso y, por supuesto, también los clientes de muchos años que siguen viniendo”, apunta.
El kiosko
Para Cele, este proyecto surge después de 27 años y de abrir 4 o 5 librerías en distintos sitios. En ese momento “me di cuenta que ya no tenía mucho sentido la librería tal como yo la tenía enfocada, es decir, solo para vender libros”.
De esta forma, nace ese proyecto de “volver a la calle y crear así esa idea tan europea o madrileña o de Barcelona, es decir, meter y vender libros en un kiosko y, hasta ahora, en Salamanca, no había nada parecido y yo decidí hacerlo”, aclara.
Por si todo esto fuera poco, admite estar muy contento con este proyecto que ha puesto en marcha ya que “la gente ha respondido muy bien por el hecho de tener que estar cambiando cada dos por tres los escaparates y, también, transita mucha gente en el sitio donde me encuentro”.
Cele dice que hoy en día las librerías están enfocadas más como un sitio cultural donde hay que acoger cuentacuentos o presentar libros. “Yo por esa labor no estoy, porque necesitaría otros medios para ello y ese trabajo requiere la ayuda de más personas y yo trabajo solo”, señala.
La crisis
Para Celedonio Santos, en general, el comercio pequeño está mal ya que está muy justo y la gente está muy escasa de dinero para comprar cosas.
En cuanto a los libreros, señala que tienen su “pequeña crisis” y que no sabe hasta donde va a llegar. “Yo estoy convencido de que el libro en papel es algo que tiene mucho recorrido, aunque probablemente de los 300 libreros que podamos ser nos quedaremos 50, seguramente porque ahora mismo es un producto más caro que una descarga digital, pero siempre tenemos que tener en cuenta que es otra cosa”, aclara.
También, considera que las bibliotecas de papel en casa ya no van a ser tan comunes. Probablemente, eso “acabe más como un artículo de lujo, quizá”, apunta. Como buen librero que es, Celedonio piensa que “el libro como soporte me parece fantástico y no pienso que tenga que llevarse mal con las nuevas tecnologías”, aunque dice que lo negativo de esto es que “ahora mismo los libros se venden menos ya que las descargas ilegales nos han quitado mucho mercado, por ejemplo, en novelas muy clásicas porque la gente se compra un Ebook, se lo descargan y ya lo tienen ahí”.
Texto y fotos: Pilar Herrero Zazo
1 comentario en «La nueva era de las librerías en Salamanca»
¡¡¡Mucha suerte, amigo Cele!!!