Muchas personas se apuntan los meses de enero y febrero para intentar cumplir sus propósitos de Año Nuevo, pero las bajas comienzan al mes siguiente
Tras los excesos de la Navidad y aprovechando la energía positiva que brinda comenzar un año nuevo, muchas personas hacen uso de su fuerza de voluntad y se deciden a apuntarse al gimnasio, conmovidos por la idea de moldear un cuerpo saludable y adoptar la figura que siempre habían deseado. Ponerse en forma es una de las metas que se persiguen en los famosos propósitos de Año Nuevo.
En los gimnasios de Salamanca ya se está empezando a notar una mayor asistencia. Según los entrenadores, el boom de clientes comienza a mediados de enero o el mes de febrero si se trata de un estudiante, quien espera a terminar sus exámenes para comenzar su nueva saludable vida.
Tal como explican en el gimnasio Fitness-Place La Fontana, el perfil de aquellas personas que se apuntan al gimnasio a principios de año oscila entre los 30 y 45 años, sin diferencia entre hombres y mujeres, y cuya duración es bastante baja. Las bajas comienzan al siguiente mes, aunque pueden llegar a durar 6 meses, abandonando la rutina de ejercicio en verano.
Para aquellos deportistas que visitan regularme el gimnasio, la ola de inscripciones estos meses es algo que notan de forma negativa. Consideran molesto el volumen de personas, que puede interferir en sus entrenamientos habituales. Sin embargo, en centros como Curves, un gimnasio especializado en ayudar a mujeres a perder peso y donde la motivación es parte fundamental del proceso, las clientas agradecen que haya más gente, ya que se animan unas a otras.
Para los dueños de los gimnasios, por otro lado, este hecho no es tan molesto como para sus clientes, ya que supone un beneficio extra. Para aprovechar esta racha de inscripciones suelen lanzar promociones e incluir novedades en sus actividades. Un precio más bajo es capaz de convencer fácilmente a aquellos que sienten remordimientos tras las fiestas.
Esta actitud de comenzar repentinamente con una rutina deportiva sin control e interrumpirla, puede acarrear muchos problemas físicos, tal y como ha explicado Begoña Moro del gimnasio Sport Well. Ella aconseja, sobre todo, continuidad y no cesar en la actividad. “Tienen que entender que el ejercicio es un hábito de vida”. Expertos explican que es muy normal abandonar la meta de ponerse en forma rápidamente, pues en poco tiempo no se pueden conseguir los resultados visibles que ellos esperan.
La entrenadora de Curves, Mayte Hernández, recuerda que el ejercicio por sí mismo no consigue el objetivo de un cuerpo diez, pues este es solo un complemento de la vida sana. Ella aconseja mantener una buena alimentación y beber mucha agua. Este hecho es importante, ya en muchos casos el rendirse con la alimentación saludable es lo que frena a muchas personas para conseguir su objetivo.