[dropcap]L[/dropcap]as enormes listas de espera para ser atendido en la atención especializada en la Comunidad de Castilla y León han llegado a un límite insoportable. Los peores índices corresponden a Salamanca.
En mi opinión, esta situación hace que en este momento no podamos hablar de la existencia de un sistema público de salud que nos proteja y del que sentirnos orgullosos.
En muchos casos los pacientes no tenemos posibilidad de recibir asistencia en tiempo y forma en atención especializada y para intentar solucionar el problema unas veces acudimos a urgencias como única forma de acceder a una consulta con el especialista, aumentando así la carga de trabajo de los servicios de urgencias hasta llevarlos al límite de su capacidad operativa. En otras ocasiones buscamos “vías alternativas”, es decir, un amigo, el vecino que nos consiga una cita en un tiempo razonable,… generando aún más inequidad porque la atención se obtiene no en base a criterios de urgencia o severidad del problema sino en base a los contactos de que un paciente disponga. Es decir, una actuación sanitaria se realizaría antes a quien tiene “contactos” y se relegaría a quien no los tuviera aunque su problema de salud fuera más grave. En la inmensa mayoría de los casos nadie prioriza el problema en el sistema sanitario. ¿Nadie?
[pull_quote_left]¿Y si al colapsar el sistema público, se buscara derivar a los pacientes a los sistemas privados de asistencia y aseguramiento?[/pull_quote_left]En el caso de Atención Primaria hay métodos sencillos y eficaces para que la atención sanitaria se reciba en el propio Centro de Salud cuando se precisa, sin demora; otra cosa es obtener la cita para su propio médico de familia en el día. Los médicos de familia hemos reclamado en muchas ocasiones poder intervenir en la priorización de las citas para la atención especializada. Hay servicios, los menos, que priorizan y atienden con rapidez las consultas. Pero en la mayoría de los casos la espera es incontrolable y nula nuestra posibilidad de intervención. No existe una forma normalizada de obtener cita en tiempo adecuado, que no siempre tiene que ser preferente o urgente. En distintos servicios existen diferentes maneras de solicitar consultas teóricamente rápidas, lo que se suele llamar “vía clínica”, que en ocasiones funciona y obtiene los resultados buscados y en otros… Es muy complicado trabajar a base de excepciones, un servicio, un método;… y si el médico de familia no cumplimenta el folio indicado no se da la cita, sin importar si la información precisa y relevante consta en el documento de derivación normalizado.
En cuanto a los gestores… Es tal la falta de información que sufrimos usuarios y profesionales que no me atrevo a decir qué tendrían que hacer. Pero si estamos en donde estamos y ellos han gestionado el sistema impidiéndole conseguir sus objetivos o, algunos sospechamos, conduciéndolo deliberadamente al caos, tal vez lo más adecuado fuera prescindir de sus servicios. Decía que lo habían conducido al caos, que eso lo sospecho, porque, siguiendo la lógica de las novelas policiacas hay que pensar que el culpable sea el que obtiene beneficio del hecho delictivo. En el caso que nos ocupa… ¿Y si al colapsar el sistema público, se buscara derivar a los pacientes a los sistemas privados de asistencia y aseguramiento?.
¡ Qué cosas se me ocurren¡
Emilio Ramos Delgado.
A.D.S.P. Salamanca 21 de Enero 2016
1 comentario en «Listas de espera»
Todos sabemos que el enorme retraso en atender a los «sufridores» viene originado por las consultas privadas que los galenos mantienen. Si a cualquier especialista que ejerce en la pública se le obligase y se le exigiese la dedicación exclusiva otro gallo nos cantaría. PPero está claro a quién favorece el actual estado y lo que se quiere conseguir. PPara qué han traído de Castilla la Mancha a esa señora: para intentar hacer lo que hizo allí, destrozar aún más lo público.