[dropcap]J[/dropcap]osé Antonio Pérez Gabarain fue alcalde de Andoain (Guipúzcoa) durante cuatro legislaturas que van desde 1973 hasta 2007. Fue objetivo de ETA y tuvo que convivir con ello y ver como mataban a íntimos amigos suyos. Conoció a todos los ministros del Interior y encontraba su remanso de paz en Casillas de Flores, de donde es su mujer.
Ha sido alcalde de Andoain desde 1979 a 1983, 1995 a 1999 y 2003 a 2007…
En la primera legislatura defendí las siglas de Euskadiko Ezkerra, por lo que la lucha de clases la conocía muy bien, en 1983 hicimos la convergencia con el Partido Socialista
¿Cómo se vive estando amenazado por ETA?
El tema de ETA es muy complicado, porque lo he sufrido mucho durante años. Se vive porque tenemos un instinto y somos unos políticos que nos gusta resistir, porque tenemos claro lo que queremos: primero, era España y sobre todo el tema constitucional. Aquí hemos sufrido mucho. Después de dejar la lucha de clases de Euskadiko Ezkerra, al ir al PSOE, nos consideraban españoles. Fue muy duro, porque primero estuve amenazado por la extrema derecha, la triple A, y después por la Izquierda Abertzale. Toda la vida escoltado y luchando. Muchas veces pensé en marcharme y dejarlo todo para estar tranquilo.
¿Por qué no lo hizo?
Porque para mí primaban los ciudadanos que habían venido de otros pueblos, personas llegadas de Castilla, de Galicia, de Andalucía o Extremadura y les había ayudado mucho. Con ellos había convivido y nos habíamos ayudado mutuamente. Todas estas personas hicieron una labor estupenda para crear Euskadi, porque había trabajo y yo les ayudaba a que lo encontraran, en lo que podía. Entonces había mucho trabajo, muchas horas extraordinarias, ganaban un poco y se afianzaron en Euskadi y han contribuido a luchar contra ETA.
Y a lo que hoy es País Vasco.
Sí, por supuesto. Por eso insisto en el valor tan enorme que tienen las personas que llegaron de fuera, porque se integraron muy bien. Te cuento una anécdota. En las oficinas de las cajas de ahorro y los bancos decían que estas personas trabajaban y ahorraban. Después, cada familia tuvo un piso, hijos,.. y en estos momentos, aunque también nos ha llegado la crisis, hay personas, sobre todo mayores, que se han marchado y han vuelto a sus pueblos, pero los jóvenes se han quedado.
Tienen menos paro que en el resto de España.
Sí, tenemos un 11 por ciento de paro, cuando en otros sitios hay hasta el 25 por ciento, pero en la juventud hay paro. No hemos conseguido darle la vuelta a la crisis, porque Euskadi es muy industrial y, aunque tienen trabajo, aquí antes había muy buenos sueldos, se ha gastado mucho y la vida ha sido muy buena. Ahora, hay que apretarse el cinturón.
Ustedes tienen un espíritu emprendedor que generó durante décadas un amplio tejido industrial…
Sí esto es de años. No sólo los empresarios, también ayudaron mucho las instituciones, ayuntamientos, diputaciones y el Estado, que también ha contribuido mucho. Hemos tenido un poquito más de dinero para gastar, y desde las instituciones locales, provinciales, estatales y europeas, lo que hemos hecho ha sido dedicarlo a la industria.
¿Por qué han sido más emprendedores que en el resto de España?
Por las circunstancias. Aquí estamos en una situación muy cercana a Europa y los empresarios han trabajado mucho, se ha repartido el dinero con los trabajadores, porque había muy buenos sueldos, y ahora está un poco más bajo. Ahora es algo grande ser mileurista, pero aquí se han cobrado hasta 2.000 y 2.500€ al mes. Lo que percibo de Castilla y León es que se ha dedicado mucho a la ganadería y al campo, que lo entiendo, pero habría que haber dedicado más el dinero que llegó de Europa a la industria y haber hecho un trabajo con los jóvenes, con la Formación Profesional, no sólo con los universitarios.
¿Cree que en ese caso los jóvenes se hubieran quedado en Castilla y León?
Sí, porque hubieran generado consumo que da ingresos. Contrariamente a lo que se está haciendo. Pero, también los jóvenes tienen la opción de salir fuera de España, si quieren, y poder estar profesionalmente muy bien pagados, porque hoy en día es lo que nos va a hacer falta. Tenemos muy buenos ingenieros, médicos,… lo que nos hace falta es la Formación Profesional.
Volvamos a su vida. En el 2007 juró su acta como senador…
También fui diputado provincial, en juntas que llamamos aquí. En Madrid, era el secretario de dos comisiones, la de Fomento y la de Interior…
Usted del Ministerio de Interior conocía mucho…
Sí, es más, en Madrid nos decían: ‘Esto (el Ministerio del Interior), para vosotros’. Desde el ministro del Interior Juan José Rosón, en 1980, he conocido a todos los ministros de esta cartera.
Además, creo que ha estado en más de un funeral con ellos…
He estado en más de 50 funerales, algunos de ellos amigos íntimos y otros compañeros. Eso marca el ser fuerte en la vida y no olvidarte de tus principios. Lo primero es la libertad, que te hace creer en el compañerismo, porque la amenaza venía de que discrepabas de ellos y por ser español.
¿Qué le viene a la mente al escuchar el nombre de Joseba Pagazaurtundúa? (Jefe de la Policía Local de Andoain asesinado por ETA el 8 de febrero de 2003)
Era íntimo amigo mío. Salía todos los días con él. Fue un asesinato que no he llegado nunca a entender. Tampoco entendí el asesinado de José Luis López de Lacalle (periodista que murió a manos de ETA el 7 de mayo del 2000 en Andoain), Manuel Zamarreño, político del PP en Rentería que era de Salamanca (asesinado el 25 de junio 1998 en Rentería). Eso marcaba mucho, pero nuestro principal objetivo era seguir luchando por la libertad.
¿Cree que los compañeros de otras partes de España entendían lo que estaban sufriendo ustedes?
No. Estando en el Senado teníamos comidas con Zapatero o con barones socialistas, y les explicaba el tema, porque siempre he dicho que el Estado de Derecho tiene que ser duro, tiene que aplicarse la ley y hay que tener en cuenta los Derechos Humanos. Había otras personas en el País Vasco que opinaban distinto a mí aunque los entendía, como los que eran de las tesis de Jesús María Eguiguren, pero se tenía que haber hecho todo más despacio. Siempre he dicho lo mismo: ‘Esto tan deprisa, no’, porque después lo ha pagado el Partido Socialista.
¿Fue una de las razones por las que dejó el PSOE?
Sí, porque se veía que se estaban lanzando hacía la izquierda abertzale que era HB, Bildu,… y les decía: ‘Hay que darle tiempo al tiempo. No podemos entrar así de repente’. Creo que ahora mismo están cometiendo el mismo error. Pedro Sánchez se está equivocando. Entonces era Bildu y ahora es…
¿Ve bien a Patxi López como presidente del Congreso?
No. Patxi López es una bellísima persona, pero comete un error. Siempre ha tenido alrededor personas del aparato que no son demócratas, por eso también me fui, porque empezaron a decidir todo a dedo. Los partidos en general, no sólo el PSOE, viven de estómagos agradecidos, que yo les llamo garrapatas. Estos son los afiliados que les votan, pero no es democracia.
José Antonio, ¿La memoria humana es frágil y ya está muy lejano el tema de ETA?
Creo que aquí, sí. Siempre lo tendré en mi memoria. Antes decía que por mis hijos y ahora que por mis nietos, tenemos que olvidarnos y dar un paso al frente, aunque nos cueste. Por ejemplo, en el tema de los presos de ETA hay que llegar a alguna conclusión para que cambie definitivamente, porque hay algunos que tienen muchos años. Se están dando pasos pequeños, pero todavía sigue habiendo un pequeño odio, porque ha habido mucho colaborador y les exigen que continúen defendiendo a los presos. Yo lo compruebo en la calle, porque me gusta mucho hablar con todo el mundo.
Quizá porque también son estómagos agradecidos…
Sí, porque los han colocado en todos los sitios. Hemos pasado cuatro años que han tenido las instituciones y han vivido estupendamente. A nosotros nos miraban por la calle y parecía que nos decían: ‘¡Jódete!’ con perdón.
Hablando de presos. En la cárcel de Nanclares de Oca está Idoia López Riaño, ‘La Tigresa’ que es descendiente de salmantinos. ¿Entiende usted esta dicotomía que siendo de orígenes salmantinos defendiera la cuestión vasca?
La verdad es que nos han enseñado que no sólo han sido de Salamanca, los fusilados y los presos más importantes, hay muchos que son de fuera de Euskadi. Creo que era porque llegaban aquí y se metían en esa mafia, no sé si porque no tenían cultura o por querer representar, más todavía en el caso de una mujer porque parece que tienen que hacer más fuerte las cosas para que las vean.
Sin querer hemos tocado el tema de Salamanca. ¿Qué le aporta a usted Casillas de Flores?
Estoy vinculado a Casillas de Flores desde que me casé hace más de cuarenta años. Tengo allí mucha familia. Lo que me aporta es la tranquilidad, el clima y el campo, pero sobre todo las personas, porque allí puedes hablar de todo, aunque no se hable tanto de política como aquí. Allí se habla más de ganadería y de campo, temas que me entusiasman. Las mujeres son las flores de Casillas. (Risas)