Pablo Yáñez: «Repetir las elecciones es un fracaso político»

[dropcap]E[/dropcap]l diputado de Ciudadanos por Salamanca es una de las caras nuevas del Congreso y las palabras más repetidas durante toda la conversación han sido «reformas» y «diálogo». Como anécdota, Yáñez desmitifica la famosa tortilla de patatas de la cafetería de los Diputados asegurando que las ha comido «mejores en Salamanca».

¿Cómo ha sido su aterrizaje en Madrid?
Después del mapa electoral que se dibujaba el día 21, ha sido más satisfactorio de lo que podía parecer en un principio. Celebramos el resultado de los 40 diputados como un éxito.

¿La noche electoral fue dura?
No, pero sí que hubo situaciones que dan rabia, porque hubo provincias en las que nos quedamos a 500 votos o lo que se dio en Segovia, que entró una persona que tiene un comportamiento contrario a lo que reclama la ciudadanía y nosotros teníamos un candidato excelente que no consiguió entrar. Una vez que pasas ese regusto ves la situación y que el mapa político es completamente distinto. Creo que nos hemos sabido desenvolver en ese escenario de guerra fría que tienen el PP y el PSOE.

¿Cree que hay un antes y un después de la imagen de Ciudadanos tras la negociación para que Patxi López presida el Congreso?
No hemos hecho nada que no fuera lo que dijimos que veníamos a hacer. Habíamos hablado de separación de poderes y lo primero que dijimos cuando nos preguntaron por la mesa del Congreso fue que el presidente no debía pertenecer a las mismas siglas políticas que el presidente del Gobierno. Planteamos que nos parecía viable que Patxi López estuviera allí, pero que lo circunscribíamos a que si dentro de dos meses termina habiendo un Gobierno socialista, que el presidente de la mesa tiene que cambiar. Esto eran conceptos que estaban olvidados, igual que nos tocó hacer de constructores de ese acuerdo, en el cual el PP y el PSOE no se hablaban, no se reunían, no tenían pensado dialogar. Para Ciudadanos es más sencillo porque lo hacemos desde la centralidad y la moderación. Sentamos a todo el mundo en la mesa y conseguimos un acuerdo que permite que haya una representación de las fuerzas.

Pablo, ¿tanto miedo nos da hablar?
No sé si miedo, pero sí es cierto que hay una situación de enquistamiento, enroque y guerra fría entre unos y otros. Poco después de las elecciones salían encuestas que preguntaban qué pasaría si se volvieran a repetir las elecciones, y decían que Ciudadanos salía muy mal parado.

¿Y cree que sería así?
No, creo que es al contrario. Los ciudadanos van a castigar a aquellos que hayan impedido formar Gobierno. Si volvemos a las urnas, los ciudadanos serán muy críticos y castigarán a aquellos que no hayan puesto su trabajo al servicio de que hubiera un acuerdo y un diálogo.

¿Es cuestión de partidos o de personas?
Un partido está caracterizado por el talante y el carisma de aquellos que lo dirigen. En nuestro partido sería absurdo que hubiera alguna persona contraria al diálogo, porque nuestro presidente es una persona que encarna esos valores. Sin embargo, esta última semana hemos visto lo que ha ocurrido en las filas del PP en la Comunidad Valenciana y eso es síntoma de que su presidente no ha sabido gestionar la vida interna de su partido para evitar esos casos de corrupción. Creo que cada uno manifiesta aquello que ha aprendido y sí que es cierto que Mariano Rajoy es difícil que pueda encarnar un proceso de regeneración democrática en España. Pedro Sánchez es complicado que pueda encarnar un proceso de diálogo abierto, moderado,…

¿Verían bien que Rivera fuera presidente?
No vemos ni lógico, ni sensato que el Rey proponga a la persona que ha quedado cuarto en el resultado, habiendo tres partidos con más representación, dos de ellos con mucha más. Queremos trabajar por la gobernabilidad, para que haya legislatura, porque entendemos que si no la hay, es la manera de que fracasen las reformas.

Si Rajoy no se ha presentado al debate de investidura…
Rajoy ha tirado la toalla. Rajoy no quiere ser presidente.

Pedro Sánchez…
Creo que el PP y el PSOE tienen que asumir esa responsabilidad. Rajoy ha tirado la toalla. Eso no significa que no termine siendo presidente o que no termine el PP gobernando. Pedro Sánchez está más en una estrategia de que no le muevan la silla dentro de su propio partido que de preocuparse de lo que España necesita. Dentro del PP y del PSOE hay muchas personas responsables, que están midiendo el mensaje que nos ha reivindicado la ciudadanía.

Entonces, ¿cuál es su papel?
Cuando el miércoles termine la ronda con el Rey, vamos a abrir una mesa de diálogo con el PP y el PSOE para empezar a hablar de programas, de reformas, de proyectos,… que España necesita y las personas vendrán luego. Pero, primero tiene que haber una base de acuerdo y nosotros la vamos a hacer con todos. Si tenemos que liderar el diálogo, lo haremos, pero no consideramos lógico el hecho de que el presidente del Gobierno sea Albert Rivera.

¿El PP y el PSOE han asumido el resultado electoral?
No actúan como si lo hubieran asumido, leído y comprendido el mensaje. Los ciudadanos no nos dijeron que no querían que hubiera Gobierno, lo que nos dijeron es que tenía que haber un Gobierno que salga de un acuerdo, de un diálogo,…

¿Se puede plantear un Gobierno con ministros de los cuatro partidos más votados?
Muchas veces caemos en el error, incluso que han caído aquellos que venían a cambiar España, de primeras repartirse las vicepresidencias o los ministerios. Creo que puede haber un Gobierno que abarque un espectro ideológico, de reforma y de cambios. Entre el PP, PSOE y Ciudadanos suman 16 millones de votos en España y tiene una base parlamentaria que podría modificar la Constitución. Eso sí, nosotros hemos dicho que no vamos a estar en un Gobierno que no presidamos.

¿Por qué?
Porque si a lo que hemos venido es a hacer una serie de reformas, éstas se pueden hacer en el Parlamento y nosotros podemos aportar nuestros 40 escaños para que una reforma constitucional se lleve a cabo, por ejemplo que se despolitice la Justicia. Lo que hay que hacer es constituir un Gobierno y comenzar a hacer esas reformas.

¿Cuál sería el A, B, C, para que España tuviera una segunda transición?
Lo primero es comprender cómo vamos a reformar, cambiar, organizar,… España. Sólo se puede hacer entre los que creemos en España. Aquí sí que hemos sido tajantes, vamos a votar no a un Gobierno en el que esté Podemos porque está en la tesitura de trocear la soberanía nacional. A partir de aquí, hemos dicho que no vamos a votar ni al PP, ni al PSOE. Nos abstendríamos si uno de los dos partidos se abstiene sobre un programa de reformas para que se constituya un Gobierno y así el Parlamento pueda comenzar a legislar y se lleve a cabo una reforma de la Ley Electoral, un plan de choque de la corrupción, un plan social que atienda a quién más afectados han salido de la crisis económica,… Vamos a convencernos de que repetir elecciones es un fracaso político y es decirle a la ciudadanía que no hemos escuchado lo que nos han dicho. La única manera de que no se lleven a cabo las reformas es que no haya legislatura. Vamos a sentarnos a hablar de qué vamos a hacer, no de quién lo va a hacer.

Hay países que salieron de la crisis y que comienzan a entrar en recesión. España no ha salido del todo de la crisis y al ser el más débil será el primero que entre en recesión. ¿La inestabilidad del Gobierno puede afectarnos o los mercados están en otro ámbito?
Nosotros en la propia campaña dijimos que se nos estaba vendiendo una recuperación económica que avalaban unos datos macroeconómicos, pero que respondía a lo que se conoce como el fenómeno de los vientos de cola que baja el precio del petróleo, los tipos de interés, las economías empiezan a resurgir y España tiende hacia arriba. Esa recuperación no se estaba asentando sobre un modelo productivo fiable o que no repitiese los errores del pasado. Se estaba hablando de la recuperación de la crisis cuando en España hay siete millones de personas que tienen un trabajo y son pobres. Van a trabajar todos los días y les cuesta llegar a final de mes.

¿Por qué es eso?
Porque hemos creado un modelo laboral en el cual se coge un empleo de 1.000€ se divide en dos de 500 y decimos que hemos creado empleo. Una de nuestras prioridades es establecer un complemento salarial que haga que quienes trabajan y tienen una renta baja reciban un impuesto regresivo del Estado, en el cual le devolviera una cantidad que les permitiría vivir.

¿Por ejemplo?
Una persona que gane 12.000€ al año le permitiría un retorno vía el IRPF de 400 euros al mes que le permite vivir en dignidad. Éste es el modelo que queremos para España, que se elimine el contrato temporal por uno fijo. ¿España crece en esos vientos de cola? Sí, pero esa no es la solución. De hecho, cuando ese movimiento económico caiga en recesión, habremos vuelto a construir un modelo que sufrirá más que otras economías europeas. Hasta ahora hemos aplicado la política de que cuando las cosas vienen bien dadas, gastamos sin control, y cuando vienen mal, recortamos. Creo que lo que sobran son recortes y lo que falta son reformas.

¿Qué reformas?
Eliminar la temporalidad de los contratos, limpiar nuestras instituciones. En un escenario de corrupción generalizada los países no pueden tirar para adelante, porque no atraen inversiones, ni generan calidad en el empleo, ni proyectos,… porque el propio sistema está corrupto por dentro. Tenemos un sistema en el cual no crecían las empresas que hacían bien sus deberes, sino las que vivían cerca del poder político. Este es un sistema que está condenado a caer.

¿Ciudadanos premiaría a las empresas que invirtieran en I+D+i?
Pensamos que es un reclamo. Las empresas que hacen bien las cosas hay que premiarlas, como racionalizar horarios y mejorar la convivencia familiar… Lo que hay que traer es empresas que tengan prácticas higiénicas.

¿Dónde seríamos fuertes?
España tiene un gran potencial en energía renovables.

¿Por qué se frenó ese sector?
Porque hemos dejado de invertir. Hemos apoyado un modelo productivo que es más barato, como el de la construcción en su momento, el de bajar la calidad laboral…

Castilla y León es una potencia mundial en energía solar…
¿Qué le sucede a una economía cuando sus instituciones democráticas no funcionan? Estoy de acuerdo en que Castilla y León tiene un potencial enorme en las energías renovables, pero cuando hablamos de esto en Castilla y León, lo hacemos unido a tramas de corrupción enormes, de cobrar comisiones por instalar parque eólicos. De nuevo estamos pagando los ciudadanos con un retraso económico el hecho de que nuestras instituciones cobraran comisiones por la construcción de un parque eólico en la región. No va a haber una reforma mágica que toque un tema y solucione todos los demás. Hay que cambiar todo. No vale decir que vamos a cerrar todas las centrales nucleares en España, lo que hay que hacer es crear un mix en el cual, gracias a que se invierta en I+D+i, las energías renovables vayan cogiendo peso y puedas ir poco a poco prescindiendo de las llamadas energías sucias, pero esto requiere una reforma energética en España. Y luego, que la preocupación de un empresario que monta un parque eólico no debe de ser la comisión que le tenga que pagar a la Administración de turno por debajo y en un sobre.