Opinión

Libertad condicional

[dropcap]N[/dropcap]o se trata estrictamente de estar en la cárcel pero desde luego no es tener libertad total de movimientos. No es exactamente una suspensión de la pena en sí, sino de una prueba para verificar la capacidad de autocontrol que posee un sujeto para vivir en libertad sin volver a delinquir, comprobar que el individuo se ha reinsertado y no supone ningún peligro para sus semejantes. Entre otros tú y yo.

Se entiende que quien accede a ese régimen demuestra que “se está portando bien” después de haber hecho algo malo, haber cometido un error, haberse encontrado en el peor momento en el lugar equivocado o en la compañía menos aconsejable por ejemplo. El juez, partiendo de una presunción de inocencia, dicta sentencia tras haber escuchado a las partes, acusación, defensa y sus testigos, habiendo tenido en cuenta la legislación vigente, la jurisprudencia y demás procesos y herramientas que a buen seguro un jurista puede explicar mejor que yo, humilde pero orgulloso diplomado en Trivial Pursuit.

Las cárceles o centros penitenciarios tienen su propio ecosistema, su organización, en base a unos objetivos y normas aceptadas (discutidas o no) que afectarán y condicionarán a toda la población, tanto reclusos como funcionarios. Fuera pasa lo mismo.Hasta aquí no te he contado nada nuevo.

Ahora otra línea argumental. La respuesta que daría la gran mayoría de los supuestos encuestados a los que se preguntara ¿Dónde te metieron después de nacer? sería: en la cuna. Otra obviedad. ¿Y cómo es una cuna? Es como un nido, como una camita, un rinconcito de estrellas y sueños, el lugar más bonito y acogedor para la joya de la casa… Esta segunda pregunta tolera más creatividad en las respuestas y marida perfectamente con una sonrisa, un recuerdo, una cálida emoción…

Una tercera pregunta: ¿Te das cuenta de que tanto la cárcel como la cuna, nido o rincón de amor (p/m)aterno filial, etc, se parecen mucho a una jaula?

Perfecto ejemplo de cómo los mismos elementos pueden ser utilizados con objetivos antagónicos. Los barrotes de las celdas protegen a los de fuera de quien está dentro y los de la cuna al revés, protegen a los de dentro de tales peligros externos. Pero ¿Qué peligros? Porque el de caerse al suelo existe solamente porque la cuna tiene patas, paradójicamente la propia solución conlleva el riesgo: ¡Las patas! Quizá tenga más que ver con el control que con la seguridad, quizá estoy pensando de más…

Quizá sí, quizá la primera experiencia que codificamos nada más nacer tiene lugar en una jaula. Tranquilidad, mejora con el tiempo. Luego codificamos fuera de la cuna los “eso no se hace”, “eso no se debe”, “así no”… hasta los ¿18? ¿41?

Un bebé, curioso ser humano recién nacido, hará todo lo posible por salir de la cuna. Años después cuando no tengamos barrotes físicos delante nos los inventaremos (zona de confort).

Predecible recorrido concederse una libertad condicional si el primer viaje fue del útero a la cárcel.

Más información en: moveyourself-coaching.com

1 comentario en «Libertad condicional»

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