- La constructora pone cubiertas de chapa en las pistas y cede su explotación a otra empresa
- Esta última cobrará 1,2 millones al año al Ayuntamiento, además de lo que ingrese por las tarifas
- El Consistorio acepta fraccionar el último pago de las obras a un interés del 7% a pagar a la empresa
El pleno municipal dio este viernes el visto bueno a la finalización y entrega de las obras del complejo deportivo de La Aldehuela, no sin polémica.
Después de que la empresa adjudicataria en primera instancia presentara concurso de acreedores a los seis meses de comenzar las obras, que debían acabar en abril de 2012.
No obstante, hasta finales de ese año no se pudo resolver el contrato que se adjudicó a esa empresa insolvente. En 2014 se volvió a adjudicar el contrato a la constructora San José, reduciendo el coste de 85 millones a 34, y reduciendo el periodo de adjudicación de explotación de las instalaciones de 40 años a 15.
La empresa invertiría 21,47 millones inicialmente y otros 11 millones que el Ayuntamiento le devolvería en tres plazos con un interés del 7%, lo que generará dos millones de intereses según el PSOE (0,4 según Ganemos).
Además, San José, no ha cumplido, según Ganemos, algunos compromisos como la instalación de cubiertas traslúcidas en las pistas de pádel (ha puesto chapa y apenas hay luz) ni los 0,6 millones para el fitness.
La explotación
Ahora, la constructora, que iba a encargarse de la explotación de las instalaciones, ha transferido esa adjudicación a Enjoy Wellness Aldehuela (la misma que explota las piscinas y el Multiusos), que recibirá del Consistorio 1,2 millones al año además de quedarse con lo que ingrese por las tarifas.
La recepción de las obras se aprobó con el voto favorable de PP, PSOE y C’s, pero la concesión del contrato de explotación a Wellness solo con el voto favorable del PP, la abstención de PSOE y C’s, y el voto en contra de Ganemos, que criticó la privatización de la explotación de las instalaciones y el elevado interés del 7% que tendrá que pagar el Ayuntamiento para pagar los plazos que adeuda por las obras por aceptar la financiación de la propia empresa, mucho más caro de lo que costaría acudir a un banco.
