Luis García, portavoz de Amnistía Internacional, y Guillermo Castán, coordinador, han anunciado este viernes la querella que han puesto en México junto a organizaciones mexicanas contra los crímenes del franquismo y la Guerra Civil.
Amnistía Internacional ha colaborado con la Federación Internacional de Derechos Humanos y la Comisión Mexicana para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos para interponer una denuncia en México para la investigación del caso de Félix Llorente, ferroviario de 27 años desaparecido en la Guerra Civil española tras ser detenido en julio de 1936 y trasladado a la prisión de Medina del Campo. Félix Llorente fue sacado de la prisión en agosto de 1936 para ser enviado a otra a la que nunca llegó y sus parientes quieren conocer su paradero.
Estas querellas se están comenzando a poner fuera de España debido a que en este país no se realizan investigaciones de delitos del franquismo, amparados por la Ley de Amnistía.
Sin embargo, el Gobierno español debe “colaborar plenamente en cualquier solicitud de asistencia jurídica mutua en materia penal emitida por autoridades mexicanas”. Las organizaciones piden al Gobierno que tome una serie de medidas para garantizar el derecho a la verdad, la justicia, y la reparación a las víctimas: que la Ley de Amnistía no sea un obstáculo para investigar crímenes de derecho internacional, que se adopten medidas para garantizar la imprescriptibilidad de los delitos, y que se ratifique la Convención sobre la imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad.
Esta es la segunda denuncia sobre la Guerra Civil hecha fuera de España. La primera fue puesta en Argentina, desde donde ordenaron exhumar los restos del padre de la demandante, muerto en Guadalajara. Los restos fueron enviados a Argentina para análisis forense y la demandante, una señora mayor de 80 años, se siente feliz de poder ser enterrada junto a su padre. Este hecho prueba, según Luis García, que la justicia “viene a dar paz a la gente, no a abrir heridas”.
Texto y foto: Paula Castro Morán
