Los dos centros de Vitaldent en Salamanca «garantizan» el servicio a los clientes que en la actualidad están en tratamiento, según afirma el propietario a de ambas clínicas, Alberto Martínez.
La Policía Nacional detuvo este martes al dueño de la marca, Ernesto Colman, y a doce directivos por los presuntos delitos de estafa (a varios franquiciados que lo han denunciado) y delito fiscal. Al parecer, Ernesto Colman blanqueaba en Suiza y Luxemburgo las ganancias por los tratamientos que los pacientes pagaban mensualmente en efectivo, por medio de una «caja B».
Los dos centros de Salamanca se explotan bajo la marca Vitaldent como una franquicia, lo cual exige a su propietario pagar un canon anual a la matriz «por usar su marca, pero somos una empresa independiente. Solo usamos su marca. Lo bueno de ser franquiciado es que eres independiente de la central. Yo respondo por lo mío, y lo del jefe, que responda él», insiste Martínez, que asegura que manifiesta su «sorpresa» por lo que ha ocurrido y de lo que se ha enterado en la mañana de este martes cuando iba a llevar a sus hijos al colegio.
El dueño de las dos clínicas salmantinas no está entre quienes han denunciado al dueño de la marca, «ni conozco a ninguno de Castilla y León que lo haya hecho». Él garantiza el tratamiento a los pacientes que tiene en la actualidad y a los que tengan pensado acudir a sus centros. «Todo sigue con normalidad. Seguirán los tratamientos, tenemos todo el material y no se quedará sin hacer ni un empaste. Si alguien tiene alguna duda, que venga y se la aclaramos. En las dos clínicas todo funciona exactamente igual. Esto no afecta a nuestro funcionamiento», insiste.
Alberto Martínez lleva trabajando quince años en Salamanca con la marca Vitaldent.