Bankia devolverá su dinero a los pequeños accionistas particulares que compraron acciones en su salida a Bolsa, en 2011, sin tener que ir a juicio.
La entidad devolverá el dinero a quienes acudieron a la oferta pública de venta, pero no a quienes compraron títulos cuando las acciones ya cotizaban en la Bolsa. Para solicitar la devolución hay que ir a cualquier oficina de Bankia e iniciar los trámites para cambiar las acciones por el dinero que costaron en su salida, más un interés de un 1% anual.
El consejero delegado José Sevilla estima que 200.000 personas pedirán la devolución (incluidos los que las han vendido por debajo a como las compraron) y se abonarán unos 1.500 millones.
La entidad rescatada con dinero público se ahorrará de este modo el coste de las costas judiciales, unos 300 millones, además de los intereses de demora que se elevarían a otros 100. El banco ha preferido pagar directamente a los inversores, que están ganando casi todos los juicios, antes que seguir eniqueciendo a los despachos de abogados que han canalizado esas demandas.
Esta decisión fue muy bien recibida en la Bolsa y las acciones del banco subieron con fuerza este miércoles.