[dropcap]W[/dropcap]aslow exponía su teoría sobre la jerarquía de las necesidades humanas ayudándose de un gráfico en forma de pirámide para ejemplificar cómo es necesario satisfacer las necesidades primarias para ir subiendo hacia las superiores.
En el primer nivel o escalón básico (fisiología) figuraba: la alimentación, la posibilidad de descanso… En el segundo (seguridad): la vivienda, la educación, la sanidad… En el tercero (afiliación): la amistad, las relaciones personales, la pertenencia a un grupo… En el cuarto (reconocimiento): el respeto, el éxito, el autorreconocimiento y, por último, en el quinto (autorrealización): la creatividad.
Salvando lo polémica que es esta teoría vamos a servirnos de ella para resaltar el papel que juega el Trabajo en el cumplimiento de las necesidades.
Si nos fijamos en el gráfico observamos como el poseer un trabajo nos cubre la satisfacción de casi todas ellas : alimentación, vivienda, seguridad, relaciones, pertenencia e integración en el grupo social, autoestima, respeto (cuando el trabajo no es denigrante), autorrealización…
En este contexto de crisis económica debemos señalar unas víctimas especialmente vulnerables: los enfermos mentales.
[pull_quote_left]Mientras no exista posibilidad para todos los ciudadanos de un trabajo digno, la rehabilitación psiquiátrica es una utopía[/pull_quote_left]En el caso de los enfermos mentales el obstáculo para conseguir una recuperación y reinserción a través de acceder a un mercado laboral adecuado a sus capacidades es doblemente intenso y necesario. El acceso al trabajo es la principal vía de integración pero las dificultades pueden ser debidas a la propia enfermedad (ausencia de hábitos, déficits, sintomatología, escasa formación), o al contexto social (crisis, exclusión social..).Trabajar tiene como consecuencia: adquisición de habilidades, de hábitos y horarios, aumento de la autoestima, relaciones sociales pero sobre todo sustento, posibilidad de vivir dignamente y con autonomía.
El objetivo de la rehabilitación psiquiátrica según Liberman es “mejorar las capacidades de las personas con trastornos psiquiátricos en lo que se refiere a su vida, aprendizaje, trabajo, socialización y adaptación de la forma más normalizada posible”. La rehabilitación va dirigida a recobrar la autonomía. Si seguimos citando a Liberman: “las dos estrategias principales son ayudar al paciente a adquirir habilidades sociales e instrumentales y modificar el ambiente en aquellas áreas relevantes para la vida personal”.
Con este planteamiento no es necesario repasar la importancia que tiene para la rehabilitación del paciente la posibilidad de un trabajo adecuado. Mientras no exista posibilidad para todos los ciudadanos de un trabajo digno, la rehabilitación psiquiátrica es una utopía y la ausencia de puestos de trabajo adecuados será un obstáculo que encontraremos los profesionales en nuestros objetivos: ni disminuiremos los déficits instrumentales ni conseguiremos una autonomía y una adaptación social .
Esperanza González Marín
Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública