La anulación de la licencia de construcción otorgada por el Ayuntamiento a El Corte Inglés ha abierto el debate no solo sobre la política urbanística de los sucesivos gobiernos municipales del PP, sino sobre cómo solucionar sus consecuencias.
La más acuciante es la que se ha generado con El Corte Inglés, porque la anulación de su licencia de construcción obliga a regularizar su situación urbanística. La posibilidad de que cierre y con ello se dilapide una inversión total de unos 11 millones de euros, 700 puestos de trabajo y compras a proveedores charros por varios millones al año no parece viable. Pero el debate sobre cómo resolver su caso está abierto.
El Corte Inglés necesitaba dos licencias para instalarse en Salamanca: la comercial, que concede la Junta y, una vez obtenido este permiso, la de construcción que concede el Ayuntamiento.
Para obtener la licencia comercial tuvo que realizar compensaciones a la ciudad y a los comerciantes. De ese convenio nace la compra por parte de El Corte Inglés de suelo al Ministerio de Defensa (el solar del cuartel Julián Sánchez El Charro) y otra parte de lo que hoy es la plaza de la Concordia al Ayuntamiento que la cambió al Consistorio por el polvorín de Tejares que previamente había comprado el centro comercial a Defensa. Además, compró el solar que hoy ocupa el campo de fútbol Neme (antes llamado ISPE), sede del Hergar, junto al campus.
Compensaciones
El Ayuntamiento «invitó» a los Hermanos Maristas a comprar precisamente ese último solar de 3.400 metros cuadrados edificables que luego entró en la operación con El Corte Inglés, según explica Ganemos.
Además, construyó la plaza de la Concordia y el pabellón deportivo y el centro municipal Julián Sánchez El Charro y lo equipó, algo que, según parece, fue a mayores porque no entraba en el convenio.
Por último, compensó a la asociación de comerciantes, Aesco, con 189.000 euros para desarrollar el asociacionismo y compensar al pequeño comercio por la entrada del coloso de la distribución.
Urbanismo
Una vez cumplidos todos los trámites y compensaciones para obtener la licencia comercial, llegó la tramitación de la licencia urbanística. Se le concedió, pero las formaciones Ecologistas en Acción y Equo la recurrieron.
En abril de 2015, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Salamanca les dio la razón y declaró nula «la licencia urbanística para la construcción», fallo que recurrió el centro comercial. En enero de este año, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ratificó la decisión de anular la licencia urbanística y la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que se hizo para emitir el permiso de construcción del centro comercial.
Este punto es el que ha generado controversia entre quienes buscan una solución para El Corte Inglés modificando puntualmente el PGOU regularizando su situación y, si hubiera existido una edificación superior a la permitida, imponer una multa, y quienes afirman que el centro comercial tiene un exceso de edificación de unos 21.000 metros y piden no una multa, sino que se «equilibre o repare lo que se ha quedado», como indica Ganemos, que este martes reiteró sus planteamientos y su petición de dimisión del alcalde por la gestión de éste y otros asuntos en la ciudad.
Reparaciones
Ganemos insiste en que para «equilibrar o reparar» el presunto exceso de edificación por parte del centro comercial, se puede pedir que compre el solar de las Adoratrices y se lo transfiera al Ayuntamiento, aunque con eso no bastaría para cubrir todos esos metros de los que se habla.
La otra parte, encabezada por el equipo de gobierno municipal, no se plantea nuevas compensaciones (la ley de comercio ya no las permite), y sí una reforma puntual del PGOU que ha solicitado a la Consejería de Fomento para regularizar y consolidar la situación actual.
C’s secunda el planteamiento de Ganemos mientras que el PSOE en su día aceptó la primera propuesta de solución (la que propone el PP) y ahora ya no está tan claro.
