La matanza típica al estilo miróbriga, la feria de artesanía y productos típicos y la animación de calle fueron las atracciones de esta edición
Frío, mucho frío, el que hacía en Ciudad Rodrigo a primera hora de la mañana. Eso sí, los matanceros comentaban aliviados que «menos mal que no llueve, ni nieva». Es verdad, no cayó ni una gota, pero la temperatura era gélida.
Esto no amilanó ni un ápice las ganas de fiesta y de disfrute de los mirobrigenses y los foráneos que se acercaron hasta la Plaza del Buen Alcalde, donde se realizó la matanza y el mondongo, y la Plaza Mayor, donde los más pequeños aprendieron a jugar como lo hacían sus abuelos con los juegos tradicionales.
Además de estas atracciones, los visitantes tuvieron ocasión de adquirir productos típicos como miel, queso y embutido y por supuesto, no faltaron algún que otro puesto donde se podían adquirir piezas de barro, al fin y al cabo se celebraba en Ciudad Rodrigo la Feria de Botijeros, una de las más queridas por la comarca de Ciudad Rodrigo.
El baile y la música de gaita y tamboril fueron otro de los atractivos de la jornada y para calentar el ambiente y el estómago, por la plaza del Buen Alcalde se sirvieron patatas meneas y torreznos. Un día para chuparse los dedos.