Verónica Domínguez, representante del Grupo de la Mujer de CCOO, y Fonsi Bonafonte, secretaria de la Mujer en UGT, han comparecido conjuntamente el Día Internacional de la Mujer para reivindicar la situación laboral de las mujeres. Han anunciado que la brecha salarial se ha incrementado y han denunciado la discriminación de la mujer en el sector de la asistencia a personas dependientes.
Según ha expresado Verónica Domínguez, “tenemos que celebrar, pero los datos nos entristecen”. Las sindicalistas han denunciado la situación de precariedad laboral que viven las mujeres y que se acentúa en provincias como Salamanca. Culpan de la situación a la legislatura del PP por “4 años de recortes en igualdad” y una reforma laboral “que ha hecho estragos”, además de la imposibilidad de alcanzar puestos de responsabilidad o la violencia de género, entre otras cosas.
Los datos de este año señalan que hay un 24% de brecha salarial con respecto a los hombres, que a las mujeres se les designan trabajos parciales y que el paro femenino es un 56,12% mayor que el de los hombres. A mayores, las mujeres se encargan tradicionalmente de trabajos como el cuidado de personas dependientes, el cuidado de niños y las labores del hogar. “Trabajamos más que los hombres”, añade Domínguez, y este trabajo “no viene recogido”.
“La igualdad no es una opción, es una obligación”, han afirmado. CCOO y UGT proponen varias medidas para acabar con esta “injusticia social”. “Tiene que haber política de igualdad”, exigen, además de un diálogo social; la implantación que han realizado de 9 agentes de igualdad, una por provincia, para “lograr una sociedad más equitativa”; revertir los recortes de la política llevada a cabo por el PP; fortalecer los servicios públicos, en especial la educación; reducir los casos de violencia machista; o denunciar la situación de mujeres y niñas emigrantes, entre otras.
La secretaria de Mujer de UGT ha querido resaltar especialmente el trato desigual que reciben las mujeres que se dedican al sector de la dependencia, un sector feminizado en el que se sufre discriminación. Estas mujeres no tienen protección ni existe un protocolo de actuación en casos de violencia, por lo que pierden su trabajo si denuncian, y su sueldo es inferior al subsidio de renta garantizada, por lo que viven de forma precaria.
Exigen amparo legal, el diseño de un protocolo de protección laboral, la incorporación de perspectiva de género, la realización de campañas con talleres para educar en la igualdad, igualar en pliegos de condiciones de los servicios públicos, y que las actividades formativas de la empresa se hagan en horario laboral.
Texto y foto: Paula Castro Morán