[dropcap]E[/dropcap]n los tiempos que corren, los artículos tecnológicos que compramos hoy, pueden quedar obsoletos en muy poco tiempo. Puede pasarnos con la lavadora, el ordenador, el móvil…
Hay personas que se resisten a cambiar de móvil por diversas razones. «¿Para qué voy a cambiar, si no está roto?» o «Me da miedo cambiar porque este ya lo sé usar». Son frases comunes de muchas personas, pero lo que no saben es que un móvil puede quedar anticuado no solo porque le dure poco la batería o porque salgan móviles con cámaras mejores. La razón está en el software. Muchas apps funcionan por sistema operativo (iOS y Android principalmente), pero no siempre esto es así. Un claro ejemplo de ello es la aplicación que más usamos todos al cabo del día, el WhatsApp.
Desde un comunicado oficial, se ha confirmado que la App de mensajería dejará de funcionar a finales de año para los siguientes modelos: BlackBerry (incluido BlackBerry 10), Nokia S40, Nokia Symbian S60, Android 2.1 y Android 2.2, y Windows Phone 7.1. «Aunque estos terminales han sido una parte importante de nuestra historia, no ofrecen el tipo de capacidades que necesitamos para expandir las características de nuestra aplicación en el futuro», señalan sus responsables. Cuando nació, en 2009, un 70% de los teléfonos móviles que se vendían tenían sistemas operativos de BlackBerry y Nokia. Hoy, el 99,5% de las ventas corresponde a móviles con sistemas operativos ofrecidos por Google, Apple y Microsoft.
WhatsApp asegura que «está poniendo un mayor énfasis en las características de seguridad» y recomienda optar por «un nuevo Android, iPhone o Windows Phone» antes de que acabe el año para quienes quieran seguir usando la aplicación. No con esto quiere decir que haya que gastar una gran suma de dinero para cambiar de móvil y tener WhatsApp. Hay smartphones muy económicos que para las prestaciones que se necesitan para este servicio poseen funcionalidad de sobra.