El ministro de Economía, Luis de Guindos, afirmó este martes en Salamanca que los cambios que se quieren introducir en el cálculo del Euribor, que sirve de referencia para fijar la mayoría de las hipotecas, no supondrá un perjuicio para los hipotecados.
«Hasta finales de año estamos en un periodo de pruebas y les puedo decir que el Ministerio de Economía y el Gobierno estarán muy atentos para que en ningún caso el nuevo índice suponga ningún tipo de merma o un potencial impacto negativo en los hipotecados», dijo.
Explicó que el cambio del cálculo del Euribor consiste en pasar de un sistema de consulta a uno de transacciones. El Euribor se genera a partir del coste que tienen los préstamos que se hacen los bancos entre sí (el mercado interbancario).
Ahora se está en «un periodo de pruebas» y «la posibilidad de pasar a un nuevo índice tienen que estar contrastada y hacerse con prudencia y cautela. El Ministerio de Economía vigilará que esa posible modificación del índice no tenga ningún impacto negativo desde el punto de vista de los tenedores de hipotecas en nuestro país», comentó.
Recordó que el Euribor en la actualidad está en negativo y añadió que las pruebas que se están haciendo constatan que el nuevo índice estará incluso en un nivel inferior al que tenemos ahora«.
Medidas del BCE
Por otra parte, el ministro señaló que las medidas aprobadas la semana pasada por el Banco Central Europeo son «ambiciosas» y anunció que para España «la nueva ventana de liquidez que se abre para los bancos facilitará una liquidez adicional de 200.000 millones de euros y la compra de bonos emitidos por empresas españolas por valor de 20.000 millones. El BCE está cumpliendo con su obligación de elevar la inflación hasta un nivel inferior al 2%».
Reitero que la economía española acabó muy bien el año 2015, pero que en el primer trimestre de 2016 se ha producido «una ligera desaceleración» del crecimiento debido al contexto de «inestabilidad y volatilidad internacional». Dijo que la inestabilidad para la economía española no llegaría por la falta de acuerdo para formar un gobierno, sino por la aplicación de una política económica que trate de revertir las reformas del PP.