[dropcap]L[/dropcap]a Semana Santa arranca en Salamanca desde la ermita de la Vera Cruz. El Viernes de Dolores, con la procesión de la Virgen de los Dolores, se abre un nuevo ciclo semanasantero.
Este templo, hermoso y singular, es un importante y vital foco de los días de Pasión en la capital charra. Su influencia se extiende más allá del Océano. Hasta México llegaron los ecos de un retablo barroco potente y luminoso que se alza soberbio en esta iglesia pequeña y poderosa junto al salmantino Campo de San Francisco. Vamos a verlo
Los Churriguera fueron una familia de arquitectos y escultores españoles muy activos en Castilla durante los siglos XVII y XVIII. Hablamos del padre, José Simón Churriguera (que murió en Madrid en 1682) y de sus hijos José Benito, Joaquín y Alberto. Su impronta fue tan singular y tan decididamente notoria que crearon un estilo denominado ‘Churrigueresco’, versión del Barroco más ornamentado.
En Salamanca su sello dejó imprescindible criaturas de piedra en la ciudad, entre ellas la Plaza Mayor, el retablo mayor de San Esteban, el de Santa Clara… sí, y también el de la ermita de la Vera Cruz. Ahí, en el templo de una de las cofradías más históricamente destacadas, se alza una capilla ricamente decorada, profusamente engalanada de hornacinas, angelotes y columnatas al más puro estilo Barroco… Churrigueresco. Joaquín de Churriguera la firmó, según reza la inscripción del arco del coro, encargándose de la obra entre los años 1713 y 1714.
Pues bien, si cruzamos el Océano y nos plantamos en México DF, en el centro histórico de la capital, podemos aparecer en la Iglesia de la Santa Veracruz, uno de los templos con más historia, más enraizados y queridos. Nada más y nada menos que Hernán Cortés fue el fundador de la hermandad que sostuvo este centro de culto católico, hermandad que creó Cortés como agradecimiento a lo divino por su buen desembarco en tierras mexicanas en 1519, el día de la Verdadera Cruz (o Vera Cruz), un Viernes Santo 22 de abril en la playa de Chalchihuecan, territorio de Moctezuma.
La necesidad de reformas arquitectónicas en el templo nos llevan al siglo XVIII, y es entonces cuando aparece por esos lares lo churrigueresco de mano del arquitecto Ildefonso de Iniesta Bejarano, mexicano, considerado el máximo exponente y principal representante del aire arquitectónico de la casa Churriguera.
Un arquitecto nacido en México e inspirado en el barroquismo de la familia que tanto peso tuvo en Salamanca. Pues bien, Ildefonso de Iniesta se metió de lleno con la Veracruz mexicana entre los años 1759 y 1776, dotando a sus portadas y a su decoración de esta singular línea del Barroco español.
Habían transcurrido más de cuatro décadas desde que la capilla de la Vera Cruz salmantina lucía acabada y exultante, repleta de oro y esplendor… 40 años hasta que empezó a crecer su hermana mexicana, que (como curiosidad) custodia la imagen de La Gachupina, Virgen de los Remedios denominada así como variante del término ‘gachupín’, que en lengua nahua quiere decir ‘español’. La ‘Virgen de los españoles’, por tanto.
2 comentarios en «Vera Cruz y Veracruz: el toque Churriguera a ambos lados del Océano»
Querida Celia: me encantan tus artículos. ¡Sigue en esa línea!
Muchas gracias y enorme abrazo, Emiliano