El agua agua el Lunes de Aguas

Este año, la tradición de comer el hornazo en el campo es casi, casi misión imposible o para muy valientes o para familias con paraguas grandes

El agua ha hecho acto de presencia este Lunes de Aguas y ha aguado la tradición de salir al campo y recordar, entre risas y mofas, la tradición de este día tan salmantino. Allá por el siglo XVI y debido a la ‘mala’ vida que se vivía en Salamanca, hecho que comprobó en persona Felipe II el 12 de noviembre de 1543, el joven rey decidió que las mujeres de vida alegre, al menos en Cuaresma y Semana Santa estuvieran fuera de la ciudad.

Así se hizo, lo que no imaginó Felipe II con esta Ley es que los salmantinos se fueran de romería a ver cómo pasaban las aguas las prostitutas. Éstas, que se sabe echadas para adelante, y al verse jalonadas por el pueblo, mantuvieron su postura alegre. Ahora, ya sin Cura Putas, sin prostitutas que vengan en barca, sin leyes que prohíban la prostitución en Cuaresma y Semana Santa, los salmantinos nos seguimos metiendo un hornazo entre pecho y espalda, como hacían nuestros parientes hace unos siglos.

Y es que, los salmantinos vivimos con gran entusiasmo esta fiesta, de salir al campo a merendar, aunque este año, sin hacer honor a su nombre, porque no viene de lluvia el Lunes de Aguas, sí que viene pasado por agua.

Eso sí, nos hemos dado una vuelta por los supermercados y hemos visto como los salmantinos cargaban con productos que se adquieren cuando se va de merendola. Así que, quizá campo, no, pero reunión con amigos, familia y demás, sí.