Puede ser un plan estupendo para un domingo por la mañana. Y una forma de conocer de primera mano y casi ver a los primeros salmantinos deambular por el cerro de San Vicente, donde se conservan los restos del primer asentamiento humano que dio origen a Salamanca.
Fue hace 2.700 años, en el siglo VII a.c., cuando un grupo de humanos eligió este paraje para asentarse. Les ofrecía seguridad, estaba cerca de una zona vadeable del río Tormes, había caza, pesca y un entorno de bosques frondosos.
Solo tuvieron que construir unos 90 metros de muralla en la zona por la que en la actualidad se llega al recinto arqueológico, y así pasaron tres siglos antes de cambiarse de barrio, y colonizar el cerro de las catedrales, desde donde comenzó la expansión de Salamanca.
El cerro de San Vicente cayó en el olvido mientras se consolidaba la zona sobre la que con el paso del tiempo se construyeron las catedrales. Fueron doce siglos de abandono hasta que se levantó sobre los restos de los primeros poblados salmantinos el monasterio de San Vicente, que fue demolido por el ejército de Napoleón durante la guerra de la independencia, en 1812.
Ahora se pueden apreciar los restos del monasterio, que se han recuperado y próximamente se abrirán al público para completar la visita guiada que ya se puede disfrutar para ver los restos del yacimiento arqueológico del origen de Salamanca.
Cuatro viviendas
En todo el cerro puede haber casi un centenar de viviendas prehistóricas soterradas, pero el visitante pueden ver los restos de cuatro de ellas, casi todas de estructura circular, y de nueve silos.
Quedan restos de un ciervo que cazaron para comérselo (no es atrezzo), se puede ver el hogar donde hacían fuego dentro de sus cabañas, su molino manual para moler grano, el banco donde se sentaban y dormían, sus casas orientadas al sur con vestúbulo,…
La arqueóloga que participó en la recuperación de los restos explica de forma didáctica y amena cómo vivían, cómo se relacionaba, qué utensilios utilizaban y hasta cómo se sentaban los primeros charritos. Incluso por qué no hay restos funerarios. Un descubrimiento.
La visita es gratis y no hace falta reservar. Hay un primer pase de una hora y media de duración el sábado a las 12.00 h y un segundo a las 17:30 h. La mañana del domingo se repite la visita a las 12:00 horas y tendrá continuidad los fines de semana hasta el 26 de junio y del 17 de septiembre al 30 de octubre. Durante el mes de octubre las visitas empezarán a las 17:00h.