La colonia de salmantinos en el Reino Unido casi se ha duplicado en los últimos años. Son ciudadanos jóvenes en su mayoría que han decidido marcharse casi por obligación de Salamanca y de España en busca de una oportunidad laboral que aquí se les ha negado.
Londres y los hoteles de Londres han pasado de ser uno de los destinos favoritos para escapadas de puentes, fines de semana y vacaciones la Semana Santa, a ser un destino laboral, en el mejor de los casos.
El uno de enero de 2009 había censados en el Reino Unido 271 salmantinos, de los que 204 eran nacidos en la provincia y los 67 restantes, procedentes de otros puntos del país, pero asentados aquí.
Ya en 2012 la colonia de salmantinos en las islas se situó en 306 personas, de las que 237 eran nacidas en la provincia y el resto, en otros puntos del país.
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (Ine), con fecha del uno de enero de este año, revelan que en la actualidad hay 416 salmantinos, 324 de ellos nacidos en la provincia y el resto, en otras del país. Esa cantidad no computa los más de 200 ciudadanos nacidos en el extranjero que estuvieron empadronados en algún municipio de la provincia y que decidieron hacer las maletas para viajar a Londres, mayoritariamente.
Hay quienes se han ido a la aventura, sin nada concreto, a ver qué sale (suelen acabar en oficios poco cualificados, como camareros, lavaplatos o tareas domésticas) pero también se han perdido profesionales cualificados que trabajan allí como médicos, enfermeras e investigadores.
El Reino Unido y el tirón de Londres han dejado de ser un destino turístico de primer orden para convertirse en algo más, un destino obligado de los migrantes españoles y salmantinos.
1 comentario en «Salmantinos en Londres»
Triste país éste donde nuestros jóvenes, como únicas opciones de futuro, pasan por tener que buscarse la vida fuera de su ciudad, fuera de su país. Y luego tener paciencia para aguantar a la impresentable casta de políticos de distintos colores que lo único que pretenden es calentar un sillón y a los cuales el futuro de nuestros chavales y chavalas les importa un carajo. Lo dicho: vaya país.